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¿Desde cuando tengo flores en mi habitación?

Unos girasoles, un lindo recuerdo de mi madre cuando florecían en su pequeño jardín, siempre le ayudaba, mientras que los chicos hacían deporte con nuestro padre. Sabía que la delicadez no era lo mío, cada pétalo se rompía en mis manos. Mi ventana reflejaba unas pequeñas casas, a lo mejor en ellas florecían el amor de familia, como quisiera continuar con mi vida en mi país natal. Con el calor y la alegría de la gente.

—¿Romina?

Escuché la voz de Matías entrando a mi habitación, me levanté de mi cama con mi pijama aún. No pude ir a la escuela dos días después de aquél ataque, me sentía fatal.

—¿Qué pasó hermano?
—¿Estás bien? Los chicos están preocupados y más Theo que no respondes sus mensajes ni las llamadas.

Tuve que apagar mi celular, estar incomunicada sería lo ideal por ahora. Negué, mis lágrimas resbalaron por mis mejillas con algunas cicatrices que cerraban por las batallas en Beacon Hills. Matías me estrecho en sus brazos, su mano acarició mi cabello.

—No puedo ir a clases, después de tener cerca a Julián, ¡Casi me mata!
—Ro...—nos separamos—Es difícil está profesión y créeme, a veces me culpo de que fue un error que estuvieras aquí, como una cazadora y me gustaría que disfrutaras de tu vida con Theo de forma normal—
—Yo tomé está decisión Matías, quiero venganza por la muerte de mi madre y mis amigos, ellos formaron parte de mi vida y en especial a Diego.
—Diego se quedará en un rincón de tu corazón, sé que sufriste por su muerte y fue la culpa de nuestro padre... Disfruta de tu hermosa relación con Theo ¿De acuerdo?

Asentí, tiene razón, fue mi primer amor y ahora Theo es mi presente pero tengo que hacer algo importante. Necesito romper la relación, si tanto lo amo, no debe de sufrir por nuestro apellido y alejarme de mis amigos.

Está guerra es de los Guerrero.

Salió de mi habitación, de nuevo, regresé a mi cama, no quiero salir. Mis hermanos me traían la comida a mi habitación y yo disfrutaba el silencio. Estoy cien por ciento segura que va a regresar aquella Romina que no sentía el amor ni la amistad.

✖️✖️✖️

Era el día para regresar a clases, bajé a la planta baja, ahí estaba los "M" y Roberto esperándome, tenían una sonrisa enorme. Salimos de la casa y nos subimos a la camioneta, me dirigí a la parte trasera junto con Matías.

Observaba las casas de los mismos colores, esto parecía una pintura no tan alegre, cerré los ojos y me recargué en el respaldo del asiento. Disfrutaba el aire que jugaba con mi cabello y la música que sonaba en el auto.

Roberto se paró y apagó la radio, habíamos llegado. No ví el rastro del Jeep de Stiles, ni de Lydia o Theo. Suspiré pesadamente y sentí su piel con la mía, Matías tomó mi mano para darme fuerzas. Bajamos del auto, al llegar a la puerta principal, Roberto se despidió de nosotros y seguimos con nuestro paso.

Yo tenía clases con Liam y Theo.

Me senté enfrente, tenía mis auricular puestos y dibujaba en mi libreta, así evitaría alguna charla.

—Buenos días alumnos, empezemos con la clase...

Me quité los audífonos, la profesora Jones me sonrió y escribió en el pizarrón para darnos el tema de hoy. No quise voltear hacia atrás, sabía que estaba en su lugar, observé sus zapatos pasar enfrente de mí.

Al terminar la clase, guardé mis libros rápidamente y salí de clases. Apresuré el paso para llegar a la cafetería pero su mano me detuvo y tomó mi muñeca.

—Romina, al fin estás aquí.

Su sonrisa me derretía, quería besarlo en ese preciso momento y decirle que juntos vamos a salir de esto.

—¿Qué quieres Raeken?

Mis palabras fueron secas.

—¿Qué es lo quiero?— me soltó para cruzar sus brazos y suspirar—¡Quiero estar cerca de mi novia! ¿Acaso es malo?—
—Por ahora sí, necesito espacio.

Me dí media vuelta y seguí mi camino, jugaba con mis manos. No quiero verlo.

Cambié mi ruta, volver a entrenar sería perfecto para distraerme. Llegué a los vestidores y me cambié, me alegro que esté vacío. Salí de aquél lugar  y ahí estaba mi hermano en el campo solo, esperando a que llegarán los demás.

—¿Cómo estás?

Sentí su mirada en mí y yo solo observaba la escuela. No puedo mentir, él es mi hermano mayor y lo sabe todo.

—Mal...—suspire—Tengo que terminar con Theo, alejarme de la manda y seguir con la búsqueda de La Loba del Desierto—
—Romina, piénsalo muy bien si quieres terminar todo.
—Ya lo pensé bien, no quiero otra muerte de alguno de amigos o de mi pareja ¿Está claro? Por favor, respeta mi decisión.

Enseñé una leve sonrisa, duele, Roberto me abrazó y besó mi frente.

—De acuerdo, no puedo cambiar tu forma de pensar así que, empieza a calentar que ya vienen los demás.

Señaló el pequeño grupo de chicos que se acercaban y ahí estaba Robin con el sujeto más grande que él. Empecé a correr alrededor de la cancha, sin esperar a ningún pero ellos empezaron a jugar, sería mejor de está manera, correr para distraerme.

Y visualice a las gradas, ahí estaba Lydia, Malia, Kira y Liam, discutiendo de algo. Seguí corriendo pero sentí como el balón golpeó mi cara.

Observé al culpable, era Robin, me acerqué a él para enfrentarlo.

—¡Qué te pasa inútil!

Le dí unos leves golpes en su pecho, el enorme sujeto tomó mi muñeca antes de seguir golpeándolo de nuevo.

—Tranquila Romina, yo lo disfrutó demasiado hasta que te rindas, yo quiero el dinero que ofrece la Loba del Desierto por tí y seré el ganador. Cuidado Guerrero, que pronto llegará tu muerte.

Sabe lo que soy, una irá enorme me  invadió y mi puño llegó a su mejilla. Salí de la cancha, mi nariz empezó a sangrar, le hice una seña a Roberto de todo está bien. Kira bajó de las gradas para ayudarme pero negue su compañía, se quedó estática.

Y de nuevo estaba en los vestidores sola, ésto será muy difícil. No quiero perder está sensación de alegría.

No quiero.

❌❌❌

¡Hola gente!
En multimedia está la imagen de Diego, una pregunta ¿Les gustaría que el texto también tenga imágenes?

The Five |Theo Raeken|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora