One day, One year | VK

E24

Daegu, Enero 07/2015.

"Que sí le ha gustado, es más, me atrevería a decir que mucho más que toda mi presencia en ésta casa".

Reclamaba de forma indirecta a través del teléfono, recibiendo una carcajada en respuesta de su mejor amigo tras la línea.

"¡Exageras!. Tu padre te adora, TaeTae".

Respondió para tranquilidad del menor como tantas otras veces lo había hecho frente a los ataques repentinos de celos y que no siempre eran verdaderos.

"¡Yā!. Debo dejarte ChimChim, mamá me está apurando. No olvides lo mucho que te amo, ¿Sí?".

Jimin sonrió ante aquella declaración repentina, admirando la forma casual con la que su amigo expresaba tan fácilmente sus emociones y queriendo aprender más de ello.

Taehyung solía enseñarle tanto y sin siquiera proponérselo, por eso le molestaba en demasía cuando leía o escuchaba comentarios respecto a la forma de ser del menor, que poco se acercaban a lo que realmente era él castaño.

Odiaba. Los odiaba tanto, porque ante sus ojos Taehyung era el ser más puro y sincero que hayan tenido el placer de conocer. Él castaño merecía todo lo mejor de la vida y él se encargaría de que eso fuese así. Conocía lo sensible y sentimental que éste era, por eso no dejaría que nada ni nadie lo lastimara.

Entonces, queriendo aprender sobre su personalidad para poder adoptar todas esos detalles y hacerlos propio. Abrió su boca para despedirse de la única persona que lo comprendía sin existir palabras de por medio.

"Yo también te amo, mi V-ssi. Cuando volvamos todos a casa, recuérdame que te debo el abrazo más grande de tu vida".

Jimin cortó la llamada, lanzándose a la cama para teclear rápidamente en su celular, enviando un mensaje al chat grupal para desearles a sus amigos una buena tarde. Obviando que las palabras antes pronunciadas a Kim a través del teléfono, habían provocado la calidez que tanto había necesitado él castaño.

Taehyung refunfuñó a regañadientes cuando su madre interrumpió su momento de felicidad tras hablar con Jimin. Pidiéndole que la acompañara al supermercado para comprar un par de cosas que le faltaban para el almuerzo.

Le hizo una seña con la mano a Jeon, provocado que éste se levantara del suelo para acudir ante él, dejando a los hermanos pequeños entretenidos con las hazañas del can regalón de la casa.

—¿Sucede algo?. —cuestionó cuando Taehyung soltó un bufido.

—Nada... sólo debo ir con mamá a comprar unas cosas. ¿Te molesta si te dejo a cargo de mis hermanos?. Mi abuela no está en edad para andar tras ellos... —pronunció, lamentando tener que molestar al azabache.

Jungkook asintió sin dudas, adosando una sonrisa en sus labios para calmar al mayor. —Descuida, ve tranquilo. Yo me quedo con ellos. —dijo, llevando su mano hasta alcanzar las hebras sueltas de cabello de Taehyung y acomodarlas tras su oreja.

Él mayor observó todo a su alrededor, buscando que nadie se percatara de aquel acto que tenía planificado llevar a cabo y que apenas pudo constatar que no existía peligro, lo ejecutó.