E21

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Seúl, Diciembre 31/2014.


Jungkook depositó un suave beso en la frente del mayor a penas sus ojos se abrieron en respuesta a la luz del día. Mientras él castaño fruncía de forma ligera el ceño, manteniendo su cuerpo adosado al del menor.

Una de sus piernas estaba acomodada entre las del azabache y uno de sus brazos se mantenía aferrado al cuello del mismo. Sonrió tras abrir los ojos, pero sonrió aún más cuando Jungkook lo sorprendió besándole uno de sus párpados.

—Buenos días, hyung. —susurró lo más bajo posible, para no alertar al resto de sus caricias.

—Buenos días, coochie... —respondió con una gran sonrisa, desenredándose del cuerpo del azabache para quedar a un costado de la pequeña cama, luego de recibir unas punzadas de dedos en sus costillas.

—¡No me digas así!. —exclamó aún en un tono moderado. Sentándose sobre la cama para mirar a su alrededor. —Creo que algunos ya se han levantado, excepto Namjoon y Jin hyung.

Taehyung se incorporó de inmediato, sentándose a la orilla para luego estirar en parte su cuerpo. La semana había sido exigente, sobre todo para él que nunca terminaba de acostumbrarse a los entrenamientos.

Ni siquiera habían podido celebrar su cumpleaños debidamente porque el tiempo se les hacía nada. Y ahora era vísperas de Año Nuevo, por lo que pronto la casa se convertiría en todo un caos.

Estaban todos agotados pero aún más, Seokjin y Namjoon. Los mayores solían entrenar más que los demás con tal de mejorar en parte su baile. Claro que influyó la gran cantidad de mensajes en redes sociales, aquellos negativos en donde les criticaban lo débiles que eran, esos haters que no hacían más que molestar en vez de vivir. Aún así, no podían evitar encontrarles razón, por eso estaban decididos a mejorar lo que más pudieran.

Fortalecer sus debilidades, de eso se trataba.

Taehyung se adelantó. Tomó una toalla y miró hacia atrás para ver si él menor lo seguía. —¿Vienes conmigo o...

—!Olvídenlo!. —alzó la voz Seokjin tras levantarse de manera imprevista. —Lo haré yo primero porque de lo contrario, se me acabará la vida esperando.

Jungkook se carcajeó mientras corría hasta abrazar a Seokjin de manera asfixiante. Dejándose caer junto a él, sobre la cama de Kim Namjoon.

Y despertando a éste último de paso. —Ve, hyung. Yo iré después... —habló entre forcejeos con su hyung mayor para conseguir que Taehyung, se bañara primero.

Él castaño entendió rápidamente y se apresuró a salir de la habitación para ir rumbo al baño. Mientras tanto Jeon, caía abruptamente de la cama junto a Seokjin, cuando él lider decidió botar a ambos chicos para seguir durmiendo.

Tras una mañana agitada, algunos ya se encontraban formando sus planes para unas merecidas vacaciones. Si bien era sólo una semana, debían de aprovecharla al máximo.

Taehyung alistaba su mochila cuando Jungkook entró para sentarse a su lado en el suelo. —No me quedaré, iré a Busan con mamá. —confesó mientras intentaba ayudar al mayor a guardar un par de prendas.

—Me alegra que no decidirás estar acá. Me hubiese obligado a quedarme para acompañarte. —reveló al cerrar el último compartimento de su mochila. —Pensaba en ver a mis amigos pero creo que sólo me dedicaré a estar en familia.

Jungkook asintió, sabía muy bien lo apegado que Kim era a su sangre, lo admiraba por eso. Esa capacidad de amar con devoción a su familia, ese sentimiento por el cual vibraba a diario aún estando lejos de ellos.

—Me parece bien, aunque si tienes un poco de tiempo de sobra. Procura ir a visitar a tus amigos también. Estoy seguro que desean verte. —dijo, tras notar como Taehyung sonrió en respuesta.

—Lo haré, te lo prometo. —aseguró con los ojos aún achinados. —Espero que tu también puedas disfrutar del tiempo con los tuyos.

Jungkook volvió a asentir. —Ten por seguro que será así. —contestó para relajo del mayor. —Me iré con Jiminie hasta el aeropuerto, ¿Tú te irás con Yoongi hyung?. —preguntó, recibiendo una afirmación de parte del castaño.

—Tomaremos el mismo avión. —agregó. —El viaje no será tan solitario con hyung acompañándome.

—Si, se hace más ameno. —continuó, llevando su mano hasta peinar los cabellos alborotados del mayor. —Te extrañaré, a todos en realidad pero a ti más.

—Si, sobre eso... ¿Deberíamos hablar, no?. —inquirió causando un leve sonrojo en las mejillas del menor. —Digo, en verdad, tengo claro que es lo que me pasa, que siento y todo lo que conlleva lo que me está pasando pero aún... —mordió su labio ante la duda y continuó. —Aún no tengo claro que sientes tú con todo esto...

Jungkook palideció de inmediato. Sus nervios a punto de convertirlo en una especie de animalito asustadizo. —Yo, hyung, no creo que sea necesario. —le mencionó con su cabeza mareándolo, hasta más no poder. —Es mejor así, sin conversaciones complicadas.

Taehyung relamió sus labios mientras negaba. —No podemos vivir en una burbuja por miedo a rompernos, Jeon. Somos grandes como para andar con el dedo intentando tapar el sol. —señaló con una media sonrisa. —Tenemos que avanzar o acabar, no hay términos medios en esto. Tampoco quiero que te sientas presionado, medítalo, porque independiente de la decisión, estaré allí para apoyarte siempre. Seré tu hyung todo el tiempo que quieras, no me perderás. —intentó calmar la creciente angustia del menor. —No cuando sabes que eres lo más importante para mi.

Jeon cerró sus ojos intentando coger un poco de aire para armonizar su respiración. —Voy a pensar en todo esto, tengo que hacerlo. —se repitió. Intentando sonar convencido pero no lo logró, al menos no ante los ojos perspicaces de Taehyung.

—¡Bien!. —se animó al ponerse de pie. —¿Te gustaría jugar un poco de Call of Duty?. —consultó para intentar disipar el aire tenso del momento vivido.

—Claro... —indicó él azabache tras ponerse de pie también. Avanzando hasta la salida de la habitación para luego voltear cuando él castaño le volvió a llamar.

—Yo también te extrañaré, Jungkook. —reconoció finalmente. —Ten por seguro de que será así. Siempre es así. —declaró volviendo a provocar que un tinte rosa decorara las mejillas del más pequeño, sorprendiéndose cuando Jeon sonrió mostrando sus paletas dentales mientras la imagen era acompañada, por el brillo que desprendían los obscuros orbes del azabaches.

—Lo sé. —se burló. —Me amas... —soltó sin esfuerzo dándose media vuelta para salir de la habitación.

Dejando a un Taehyung perdido entre sus pensamientos mientras musitaba débilmente, palabras repletas de un sentimiento adquirido hace bastante tiempo pero descubierto hace muy poco.

Palabras que jamás llegaron a oídos del maknae.

—Te amo... —recitó en un susurro, uno que se llevó el viento y que se atesoró entre las frías paredes de la habitación.



👀¡2015!👀

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One day, One year | VKWhere stories live. Discover now