El Esposo Correcto | Vkook [2]

2.- Gota de esperanza

Jungkook miraba un punto fijo en la habitación, parecía sin vida, casi como una estatua. A Taehyung no le gusta verlo así, estuvo intentando animarlo, pero parecía que nada lograba hacerlo.

Y todo por culpa del Consejo real.

El castaño estaba demasiado enojado con aquellos hombres, lograron dañar a su lindo esposo, y eso no tiene perdón.

ㅡ¿Aún no se mueve?ㅡYoongi se para junto a Taehyungㅡjuro que le voy a partir la cara a ese viejo.

ㅡSomos dos, pero yo lo tengo prohibido por que sino me acusan de traidorㅡel castaño suspiraㅡhabla con él, estuve intentando subirle el animo, pero no funcionó.

Yoongi suspira, él era la última carta que quedaba. Miró a Taehyung una última vez antes de ir hacia el menor.

ㅡ¿Crees que pueda lograrlo?ㅡel cataño le pregunta a Jimin, el cual se cruza de brazos.

ㅡMin Yoongi logró que me enamore de él; aún cuando yo siempre lo rechazabaㅡel rubio sonríe al ver como Jungkook abraza entre lágrimas al otroㅡmi adorado novio puede con todo.

«👑»

ㅡBien, ahora que Jungkook está mejorㅡtodos miran al pelinegro, el cual estaba sentado en una esquina de la habitación, tomando una cajita de leche de plátanoㅡcreo que debemos hacer explotar a los del consejo.

ㅡYoonie, buscamos soluciones, no denunciasㅡJimin acaricia el cabello de su novio, intentando calmarloㅡcreo que lo más lógico; es que ambos vayan a ver si es posible que puedan tener un hijo.

Taehyung asiente, era mejor averiguar antes de pensar en lo peor. Estaba harto de escuchar a su esposo llorar, lamentarse e incluso culparse por ello.

Por eso, al día siguiente, fueron a ver a su doctor de confianza, esperando que la posibilidad de tener un hijo sea mayor.

En todo el camino, Jungkook no soltaba la mano de su esposo, estaba muy nervioso. Taehyung solo se limitaba a darle leves masajes con su mano libre, no iba a negar que los nervios lo tenían mal, pero no iba a demostrarlo; el que importaba más era su esposo.

Siempre lo elegiría a él ante todo.

ㅡHemos llegadoㅡHoseok detiene el vehículo, incluso él podía sentir lo preocupados que estaban.