DIECISIETE | CARLA

900 143 21
                                    

—Hola... Josefa, soy la Carla... Estoy preocupada por ti, no vienes desde hace una semana, ¿está todo bien? Cualquier cosa cuentas conmigo. Cuídate.

Corté tras dejar el mensaje en su buzón de voz, estaba realmente angustiada, no hablabamos desde hace como una semana, el tiempo en el que dejé de saber de ella.

Sus padres vinieron a preguntar con ella, y en cuanto me vieron me dijeron mil cosas, que para resumir, eran palabras ofensivas por mi clase social, y dijeron que si se enteraban de que yo tenía algo que ver con la desaparición de Josefa, no la llevaría gratis.

Como sea, aunque no creí que fuera posible, los ignoré, y no permití que sus palabras me afectaran, llevaba demasiado tiempo dejando que la gente hiciese y dijese lo que quisieran de mí, pero ya no más.

En este último tiempo he pensado que voy a hacer con la niña, sigo sin creer que sea una buena idea darla en adopción, porque veo muy difícil que con el problema que venga alguien esté interesado en ella.

Pero tampoco sé si es lo mejor tenerla, ahora volví a la vida que tenía antes, estaba ayudando un poco en la mantención de mi mamá y mis hermanas con la plata que Diana me pasaba, pero ahora volví a quedar con las manos vacías.

Y nadie contrata a una embarazada, mucho menos de dieciséis.

¿Cuidarla? No sabía si realmente era una alternativa.

No sería algo muy lindo pensar que, existe la posibilidad de que se parezca a él, y cada vez que la mire sienta rechazo, o peor, asco.

No quería sentir asco por mi ella, no me veía capaz, y por lo mismo quería evitarlo tanto para ella como para mí.

Porque a pesar de todo no era su culpa.

Pero tampoco la mía.

No sabía que decidir.

Y era muy poco el tiempo que me quedaba.

[ 🌼 🌼 🌼 ]

—Carla, ehh, quería hablar contigo.

—Sí, dime.

Empecé a caminar más lento, sujetando mi mochila para que el Nico caminara a la misma velocidad que yo.

—Es que, a ver... cómo te lo digo...

—Con palabras —reí e hizo lo mismo—, dime nomás.

—¿Querí salir conmigo? —paré de una cuando dijo eso y demostró haberse dado cuenta de mi reacción— O-osea si quieres nomás, si no, no pasa nada, digo, a mí me gustaría, pe-pero es decisión tu...

—Sí, sí quiero —sonreí.

Volví a ponerme a caminar y aunque no lo estaba viendo, sabía que estaba haciendo el mismo gesto.

Se adecuó a mi paso y siguió hablando.

—Ya po, entonces, ehh, ¿vamos a almorzar por ahí mañana? Quiero llevarte a un lugar especial.

Mordí una esquina de mi labio intentando reprimir una risa, pero vergonzosa.

—Bueno.

—Dale. Te paso a buscar a las dos, ¿está bien esa hora?

—Dale.

—Ya, nos vemos, cuídate —se adelantó y me dio un beso rápido en la mejilla antes de irse corriendo en el camino correcto.

Pero un solo beso bastó para que mi corazón se acelerara un poco más y sintiera mis mejillas un poco más rojas.

[ 🌼 🌼 🌼 ]

APENDICITISTahanan ng mga kuwento. Tumuklas ngayon