❥ H o s e o k

1.1K 232 19
                                    

8

Oops! This image does not follow our content guidelines. To continue publishing, please remove it or upload a different image.

8.

El profesor Lee terminó castigando a Hoseok por no haber hecho su tarea durante una semana completa. Se le asignó limpiar todos los pupitres además de escribir una carta de disculpa. Despechado y sin oportunidad  de quejarse, no le quedó de otra que aceptar. En su lugar bufó y se permitió hablar mal del profesor Lee una vez que se encontró a solas en la sala.

No era justo, ¿hacía falta castigarlo? ¿Tenía la culpa de no gustarle las matemáticas? Hoseok no era una persona inteligente, y si encima tenía que hacer el esfuerzo de entender algo que le parecia difícil, el resultado iba a ser desalentador.

Él siguió con su cometido, sin escatimar en los productos de limpieza. No es que tuviera mucha idea de cómo ser eficiente limpiando, pero se hacía lo que se podía. En su casa lo intentaba, y su madre agradecía el esfuerzo, aún si no sabía coger bien una escoba.

Hoseok seguía decidiéndose en si echar el producto de limpieza en el paño o en la mesa, cuando escuchó la puerta abrirse.

—El profesor no est-oh— no le dio tiempo a terminar. En el momento que alzó la cabeza, mantuvo contacto directo con la mirada felina de Yoongi.

—Oh— los ojos del rubio se agrandaron por un segundo, debido al imprevisto. Hoseok era capaz de jurarlo. Aunque rápidamente retomó la compostura y lo miró inexpresivo—. Hola, ¿está el señor Lee?

Tardó más de lo debido en procesar las palabras, pero terminó por contestar.

—No está— y para avalar su respuesta negó simultáneamente con la cabeza, ladeando de un lado a otro.

—Verás, es que creo que se quedó con mi carpeta y la necesito. Ahí tengo un trabajo incompleto que necesito entregar mañana— Hoseok asintió, para ser sincero no le prestó importancia a lo que dijo, la verdad que estaba centrado en como la tenue luz del atardecer resplandecía contra su rostro. Yoongi tenía un cutis perfecto, prácticamente impoluto, y a Hoseok le entraban ganas de extender la mano para tocarlo.

—Es que no está, creo que se ha ido.

—¿Tú crees? Vaya suerte— Yoongi frunció el ceño, fastidiado. Sus delgados dedos se pasaron por la voluminosa mata de pelo. Hoseok se sintió en una película de adolescentes, esa escena donde el protagonista principal observa a cámara lenta a su crush haciendo una acción cotidiana y se ve genuino—. ¿Debería comprobar si está en el departamento de matemáticas?

—Yo...no creo que esté, se fue hace un buen rato, ya se habrá ido a casa.

—Ya veo— Yoongi observó por unos pocos segundos a Hoseok, el menor se sintió analizado. En respuesta, su mano, la que tomaba un paño mojado, empezó a temblar.

—¿Y tú qué haces aquí?— preguntó por fin Yoongi.

—Me han castigado.

—¿En serio?— esbozó una sonrisa que Hoseok no supo descifrar. Solo esperaba que no se estuviera burlando de él, porque sería un golpe bajo.

—Sí, ¿es extraño?

—No me lo imaginaba, pareces un buen chico— contestó, restándole importancia—. ¿Te hizo quedarte a limpiar? Es que el señor Lee es muy estricto (y un real pesado). No le des importancia, aunque me gustaría saber qué hiciste exactamente— Yoongi dio dos pasos hacia delante, atravesando el umbral de la clase. Hoseok se apresuró en esconder la mano que temblaba tras su espalda—. ¿Y bien?

—¿Cómo?— Yoongi volvió a reír entretenido.

—¿Puedo saberlo?

—No hice la tarea.

—El señor Lee es un exagerado— conluyó con una sonrisa cálida—. Yo nunca le hago los deberes.

—Pero tú eres muy bueno en matemáticas— señaló antes de poder procesar lo qué estaba soltando de su boca.

—Es verdad, pero ¿cómo lo sabés?— Yoongi alzó una ceja inquisitiva, el contrario no contestó, avergonzado—. Supongo que es mejor que me vaya. ¿Te llamas Hoseok, verdad? Adiós, Hoseok.

El corazón del menor por poco se sale de su pecho, al ser consciente de que Yoongi conocía su nombre. De llegar a ser una caricatura, estaba seguro que sus ojos supurarían corazones.

—¡Espera!— exclamó, sin pensar, en cuanto se quiso retractar ya era demasiado tarde. Los pasos de Yoongi se detuvieron, volviéndose sobre sus talones—. Si quieres...podemos buscar la carpeta. El señor Lee me ha dejado las llaves y puedo abrir los cajones de su mesa.

Para suerte de Yoongi, Hoseok tenía razón, la carpeta se encontraba en el último cajón. Compuso una mueca de alivio mientras que al moreno no le quedaba de otra que disimular la rigidez de su cuerpo. Se estaba concentrando para no tragar con fuerza ante la cercanía de Yoongi. Este estuvo detrás de Hoseok en todo momento, a la espera de un veredicto final, sin percatarse de lo que ocasionaba en él.

—Muchas gracias.

—No fue nada— Hoseok no pudo evitar sonrojarse, complacido por sus palabras.

—Debería agradecértelo, te invito a cenar. ¿Vienes?

Ocho letras | Yoonseok; BTS [2] Where stories live. Discover now