Capítulo 4 Los años 20

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Querido diario,

Dentro de un par de horas es el baile de la decada, llevo días preparando todo. En estos días Tyler vino a verme y disculparse, al final le perdone, pero siempre le guardaré rencor, Caroline Forbes nunca olvida.

Ya lista me dirigi al baile, aún no había empezado, pero Stefan me citó antes.

-¡Hola!

-Gracias por venir Caroline.

-Tenía que revisar y dar el visto bueno.

-¿Recuerdas que te conté que en los años veinte me conocían como el destripador de Monterrey?

-Si ¿por?

-Recuerdo que me desmadre, la sangre, el alcohol y las mujeres. Nada ni nadie me decía que hacer, es más, la gente me temía. En esa epoca conocí a Klaus a Rebeka. >Rebeka y yo eramos algo así como una pareja, y, Klaus y yo eramos amigos.

-Aja, ¿y por qué me lo cuentas ahora?

-Esa década fue mi perdición. Fue mi momento mas oscuro. Cuando Lexy me encontró me hizo entrar en razón y toda la culpa vino. Nunca se lo he contado a nadie y necesitaba soltarlo.

-Klaus y tú amigos.

-Sí.

-Bueno, me alegro de que me cuentes esto. Siempre puedes contar conmigo.

-Y por eso eres mi mejor amiga. Eso y que estas muy buena -le encantaba chincharme.

-Ja, ja, veo que ya has atacado la bebida.

-Solo un poquito.

-Vamos, que ya empieza la fiesta.

-Yupi -concluyó con sarcasmo.

La fiesta estaba perfecta, todo el mundo bailaba y bebía, incluso el equipo de música sonaba genial.

Elena y Damon bailaban, Bonnie y Jeremy tambien, Stefan bebía y ... ¿¡Matt y Rebeka juntos!? Matt toma verbena, así que, ¿vino con ella por decisión propia?

Relájate Caroline, disfruta del baile y pasa los mejores momentos que puedas con Tyler.

-Car, he de contarte algo.

-¿Qué?

-Esta es mi última noche en Mistic Falls, he descubierto la manera de romper el vínculo con Klaus.

-¿Cómo?

-Transformandome unas cien veces.

-Pero, no puedes irte, ¿me dejaras aqui sola?

-Lo siento Car, pero no tengo más opciones.

-Haz lo que quieras.

Me fui dejándolo con la palabra en la boca, cómo podia ser tan cabron.

Necesitaba una copa, busqué a Stefan, sabía de sobra que tenía una petaca con ron o bourbon.

-Dame eso -le quite la petaca y de un trago bebí casi todo.

-Eh, tranquila, que yo también quiero.

-Créeme, lo necesito mas que tu.

-¿Tyler?

-El muy cabron se va del pueblo a no se donde para romper el vínculo con Klaus.

-¿Y te avisa ahora?

-Yo tampoco me lo creía. Él tiene toda la culpa.

-No toda.

-Tienes razón, la culpa es de Klaus, desde que vino no causa más que problemas. Me esta volviendo loca. ¿No puede buscarse otro sitio en el que molestar?

-Tiene mas de mil años, esta aburrido.

-¿Y por estar aburrido tiene que meterse en nuestras vidas?

-No, tambien es un psicópata. Un psicópata imposible de matar.

-Sabes, creo que me voy a casa.

-¿Quieres que te acompañe?

-No hace falta, gracias.

-No puedes conducir, te has bebido media petaca.

-Iré andando, el aire me vendrá bien.

Me despedí de Stefan y me fui rápido para no tener que ver a Tyler.
Estaba harta de Tyler. Y de Klaus.

Seguia preguntándome por qué Klaus no pidió nada a cambio de salvarme la vida. ¿Y por qué me regalo esa hermosa pulsera? Un psicópata detallista, buen titulo para un libro.

Llegue a casa, mi madre no había llegado aún, me subí a mi cuarto y caí rendida en la cama.

Los diarios de Caroline IWhere stories live. Discover now