— Muy bien pero dame tu número de teléfono para mandarte un mensaje con la dirección por si deciden ir. Descuiden, es en una buena zona de la ciudad.

El castaño se sintió algo mal ante ese comentario pero terminó por dictarle su número al otro, quien lo anotó en un celular que, a pesar de no querer fijarse, era mucho menos moderno que el propio. Sentía que se estaba comportando como un idiota. Nunca fue una persona materialista pero en retrospectiva no solía compartir con gente que no fuera de su mismo nivel económico.

— Muy bien, espero verlos esta noche. Nos vemos chicos.

Jaemin notó como este veía a los betas detrás de él y les guiñaba uno de sus ojos. Se volteó a verlos, dos estaban sorprendidos y uno se veía avergonzado. Algo confundidos se miraron y discutieron un poco sobre la fiesta pero cada uno se terminó por ir a su hogar sin acordar que harían en realidad.

Ya en su casa, Jaemin almorzó en silencio hasta comentarle a la señora Lee sobre la fiesta y sobre lo indeciso que estaba. Ella pareció emocionarse e incluso le alentó a que fuera a la misma, que no debería de quedarse y una simple fiesta no era nada del otro mundo. El omega tan solo pudo reírse, ella parecía adorar cuando se comportaba como un adolecente normal aunque no estuviera seguro de hacer las cosas. Incluso le obligó a ir hacia su armario luego de haber almorzado para escoger su ropa, llamando a los miembros más jóvenes del servicio para que la ayudaran a escoger. Al final, no podría decir no debido a que todos se veían algo emocionados por ello, resultaba ser primera vez que le invitaban a ese tipo de fiestas. Fiestas "normales" y, una pequeña parte de él en el fondo, quería asistir. Terminó, dos horas después cuando todos parecieron estar de acuerdo en que se pondría, por mandarles un mensaje a sus amigos diciéndoles que por lo menos él asistiría.

También le avisó a Haechan, quien le mandó un mensaje con la dirección de la casa donde era la fiesta junto a un "No vayan a asistir vestidos como niños ricos, llamaran demasiado la atención de todos ;)" lo que, en vez de molestarle, le causó gracia. Revisando más tarde sus mensajes vio que RenJun y Mark habían aceptado ir a la fiesta pero Chenle decía que no podría. Les mandó la dirección a sus dos amigos y acordaron llegar todos juntos.

Las horas antes de salir de casa pasaban lentas, demasiado lentas. Junto a la servidumbre habían planeado decirle a su madre que estaba en casa de Ren Jun debido a que el perro de este había fallecido y necesitaba algo de compañía por unas horas. Era una gran mentira pues el chino nunca había tenido siquiera una mascota, de ningún tipo. Se sentía mal de mentirle a su madre pero no era como si nadie supiera a donde estaba yendo. Todos los miembros del servicio sabían dónde estaría, incluso el señor Kim iría a dejarlo y le buscaría. No tendría por qué haber problemas.

Cuando la hora se acercaba, fue a ducharse con calma. Quería hacer las cosas con tiempo para no tener que desesperarse al final. Fuera de la ducha, y poniéndose tan solo una bata, secó y planchó su cabello tomándose su tiempo luego tomó las ropas que estaban perfectamente planchadas sobre su cama. Un pantalón de un rojo un poco brillante  algo ajustado, unas zapatillas y camiseta negra con diseños plateados. Era algo sencillo pero se veía bien y como un chico "común".

— ¿Y si delineas un poco tus ojos? —Una de las chicas del servicio, llamada Seulgi, le miró con una sonrisa mientras había estado maquillándose. Apretó sus labios frente a su imagen en el espejo y le respondió que no sabía cómo hacerlo. —Oh, no te preocupes, yo lo hago por ti.

La beta se acercó a él sonriente y tomó el delineador pidiéndole que cierre sus ojos mientras trabajaba. Sentía que estaba tardando demasiado pero cuando abrió sus ojos no pudo quejarse del resultado, admitía que se veía bien y le agradeció. Ella solo le sonrió amablemente para luego guiñarle uno de sus ojos.

Opuestos En Común. NominDonde viven las historias. Descúbrelo ahora