INTRODUCCIÓN

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Ni hombre o bestia, ni monarcas o jueces, ni cielos o estrellas, ni forma de vida existente; pudo estar presente en aquel primer instante en que se originó todo, tan increíble que ni siquiera se puede medir en algún aspecto conocido por nosotros, como tiempo, espacio, materia; pero si algo sabemos, es que en ese momento estuvo presente la luz, y fue origen e inicio de todo.

La luz existió, en todo momento y lugar, en todo tiempo y fuera del tiempo, y por ella existieron nebulosas, estrellas, planetas, vida y toda fuerza existente; incluso las no existentes a nuestro entendimiento.

Así como todo lo visible se formó por la luz, y fue tomando su lugar en el cosmos, había también un joven planeta que no fue la excepción. Aquí entramos nosotros... y fue así que comenzaba su nacimiento, junto a muchos otros planetas y estrellas.

La tierra, más joven y en sus primeros momentos, buscó a la luz para nacer bajo su bendición como un planeta puro, y esta percibió su despertar. La luz siempre busca a quienes la necesitan, y siempre está para quienes la buscan; pero antes que lo alcanzara, llegó la oscuridad.

La corrupción de la oscuridad había tomado la superficie entera del mundo, y cubrió cada parte del cielo para que la luz no pudiera tocarlo al llegar. El mundo estaba por nacer consumido por la oscuridad, y de ser así, se convertiría en todo lo opuesto a lo que sería si nacía bajo la luz.

Sin embargo, algo aún incierto pasó en ese momento, que, aunque devastó en parte el planeta aún en formación, pudo despejar una diminuta parte de este por una muy pequeña fracción de segundo.

En ese muy breve instante ocurrió, solo eso bastó para que la luz llegara a tocar la superficie, y con el primer débil rayo de luz, llegaron también sus guardianes: Los hijos de la luz.

La guerra que se desató, terminó con la destrucción de Caos, Oscuridad, Fuego, Sombra y Devastación que había en el mundo; logrando finalmente ayudarlo a nacer bajo la luz como un mundo puro.

Fue así como inició el mundo y todo lo que hay en él. Un mundo libre de oscuridad, casi por completo.

Sí... Todo esto empezó hace mucho y ninguno de nosotros pudo verlo, ¿O sí?






Renfield - Batalla Celestial

Christopher V. B. P.

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