Secretos 1/3

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"Olvida uno su falta después de haberla confesado a otro, pero normalmente el otro no la olvida."

Friedrich Nietzsche


¿Era enserio él? ¿Lo que veía era real y no una simple fantasía?, debían ser los medicamentos en su organismo o tal vez Gigi le hacía una broma como hace noches, pero verlo ahí, en su puerta, viendo cada cambio en su apariencia, desde su ropa, su peinado, sus zapato... ¡Dios! Incluso su olor era diferente y le agradaba. Quiere gritar, quiere gritar incluso quiere llorar.
Y lo hace.

Louis aun nervioso camina hacia la cama, incluso a él le desespera su paso lento y le molesta por mucho la ansiedad que se a apoderado de sus manos. Cuando logra llegar a una distancia prudente de la cama aún puede respirar la sorpresa y la felicidad del humano, aquellas sensaciones y emociones lo abruman así que decide sentarse en el espacio vacio.
Harry está cubierto por la pesada cobija hasta la cintura ya se a sentado en su lugar debido a la repentina visita, no puede hablar, no puede pensar con claridad y todo lo que desea es oírlo, tocarlo si tiene suerte y seguir sintiendo su compañía.

—Harold...—logra decir Louis.
Apenas audible.

Suave.

Incluso tierno.

Harry comienza a llorar más fuerte debido a su voz.

—¿Lou? —la pregunta de Harry sale temblando de sus labios, las lágrimas se hacen más pesadas, más grandes que logran nublar la vista momentáneamente.

Para cualquiera aquella voz no significa nada más allá que una simple gripa y preferiría dejar al enfermo para que descanse. Pero Louis no es cualquiera y lo que menos quiere es alejarse de Harry ahora, no ahora que lo a podido ver y escuchar más claro. Sintió como cada letra le atravesaba el cuerpo, siente que su garganta y pecho están tan gastados que no tienen remedio. Louis tiene agonía en el corazón y su conciencia llora al ver los ojos cristalinos de Harry.

—Hola mocoso—intenta saludar de forma dulce, pero no puede asi que eso sale de sus labios como un intento de algo bonito que decirle—Hola...

—¿Qué... qué haces aquí? —pregunta el oji esmeralda—¿de verdad estás aquí?

—Vine a verte, te traje medicinas porque me contaron que fuiste al lago a nadar sin flotador ¿Cómo te sientes?

Harry se ríe muy bajito y eso le llena el cuerpo a Louis sin embargo aquella pequeña risita es interrumpida por una horrible tos que acaba escurriéndose en los oídos de Louis y se queda ahí, por unos minutos a pesar que la tos ya haya pasado aún puede oírla.

Louis no lo piensa.

Louis no quiere pensar.

La mano de Louis se cuela por la mejilla de Harry, el demonio puede admirar más cerca aquellos ojos cristalizados por las lágrimas, puede llenarse los ojos de aquel repentino sonrojo teñido en sus mejillas y no va a negar que aquella debilidad que siente ahora la disfruta y no de forma malavida sino de una forma que la siente mutua, que la siente suya.

—Me duele el pecho lou...—el pulgar del demonio se coloca en los labios de Harry cayendo de momento, el rizado no pregunta el porque y solo se limita a sentir.

—No hables...—le pide el demonio—me duele oír tu voz en ese estado...

—no me regañes—pide el menor— yo solo... yo...

—Tu solo querias olvidar ¿verdad?
Nadie sabe lo que pasa ahora ¿Por qué Louis a cambiado su actitud con el menor?, ¿Por qué ahora se siente tan diferente pero igual al mismo tiempo? La interrogantes son muchas pero es necesario ver el trasfondo de las mismas.

𝐋𝐮𝐳𝐛𝐞𝐥»𝐋𝐒Donde viven las historias. Descúbrelo ahora