𝐋𝐮𝐳𝐛𝐞𝐥»𝐋𝐒

Mutuwa

["Cuando la muerte se precipita sobre el hombre, la parte mortal se extingue; pero el principio inmortal se retira y se aleja sano y salvo"]

[Platon]

  ♡ ♡♡

El pecado miró con el ceño fruncido a su hermano el arcángel, no estaba del todo convencido de lo que Miguel se proponía hacer, Padre les había dicho –más bien ordenado- que nadie más excepto Belcebú y Gabriel debía interferir con aquella pareja que tanto dolor de cabeza les estaba dando ahora al parlamento del cielo y el infierno.

—Hermano me preocupa lo que haces debes entender que esto no nos concierne.... —las súplicas que el pecado trataba de darle al arcángel parecían inútiles pues él se mostraba reacio ante ellas—Sobre todo a mí, mi "Don" no va con este tema y...

—Con todo respeto, no te estoy preguntando eso, parece que a nadie le importa lo que pueda pasar ¿comprendes? —a pesar de que su hermano lo seguía viendo preocupado Miguel no deba su brazo a torcer.

— ¿Sabes qué es lo que más me preocupa? —Miguel callo y Belfegor tomo eso como señal para continuar—las cosas en el valle del silencio se están saliendo de control.

—Eso no es nuestro problema, tu padre lo puede resolver—Miguel miró el pequeño pozo en su escritorio mirando a Harry dormido, sentía la impotencia y el coraje trepar por su ser y reflejarlo en aquella mirada que ahora le daría a Belfegor—Ahora si no me ayudas por favor lárgate.

—Hermano... te estoy previendo de una locura ¿acaso no lo ves? —Belfegor señaló en el agua que actuaba como si fuese un portal que mostraba el mundo de los humanos donde el humano descansaba plácidamente—Esto puede acabar en guerra.

—Es una guerra la que trato de prevenir—las palabras salieron duras, sin tacto y enojo—El humano a quien tanto ustedes protegen tiene ya la maldita marca, ¡Debieron matarlo en el primer momento!

—Va contra las reglas de padre.... —susurro Belfegor en su lugar.

— ¡Las reglas no deberían aplicarse en momentos como este! —Miguel dio un puñetazo en el escritorio haciendo que una esquina de este formará una grieta por donde ahora se deslizaba el agua llevándose también la imagen que mostraba—Si padre o tu padre no hará nada al respecto entonces yo lo haré.

—Miguel no puedes... solo escúchame un momento, encontraremos la forma en que esto acabe y...—las palabras se quedaron atoradas, pues ahora el poco dolor que le permitía su ser sentir y sus expresiones no lo dejaban continuar.

Miguel lo había apuñalado.

—Lo siento hermano—dijo sacando la espada del pecho del pecado y posando su mano en la mejilla de su hermano—los dos sabemos que pasa cuando esto ocurre, te veré en 2 mil años pequeño—de los labios de Belfegor comenzó a salir un líquido plateado, más que aquella puñalada le dolía el hecho que su hermano lo haya traicionado—descansa mi niño, duerme bien porque sabes que alguien te cuida.

El cinismo y la indiferencia se mostraban en los ojos de Miguel, pues sabía, él sabía que esas mismas palabras eran las mismas que el padre de todo le había dado a él cuando murió hace más de mil años y que ahora se recuerda como algo amargo.

Miguel miró como Belfegor caía, miro como sus ojos rojos se volvían grises, como su ser desprendía aquel líquido plateado formando un charco. Belfegor se preguntaba si Miguel sentía algo en ese momento, algo más allá de la indiferencia, algo más allá del sentimiento de hacer lo correcto, sin embargo por más que buscaba en aquellos ojos blancos nunca encontró lo que buscaba y aquello dolía más que la muerte.