𝐋𝐮𝐳𝐛𝐞𝐥»𝐋𝐒

Explicaciones

["Tú eres quien determina lo que vales sin necesidad de dar explicaciones a nadie. Y tu propio valor que es lo que en sí no tiene nada que ver con tu comportamiento ni con tus sentimientos......  Wayne w. Dyler"]

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—Ya estamos todos aquí Miguel, ¿para qué nos reúnes con tanta urgencia? —pidió saber el ser de luz, este se encontraba en una de las sillas de la mesa redonda del lugar.

Habían 16 sillas repartidas alrededor de aquella mesa, 14 eran para los pecados y los arcángeles y las 2 restantes eran para los seres supremos de los dos mundos antes y después de la tierra. En aquella lo que pareciese ser una sala de juntas había exactamente 16 criaturas, listas y puestas en sus asientos correspondientes. Todos al mismo nivel, rodeando la mesa, se había escogido así ya que era un punto neutral entre los mundos por lo tanto nadie era superior, todos podían ver a todos y ser escuchados por igual.

—Tranquilo Samuel, que si los e invocado a cada uno con tanta urgencia es por algo, ¿no lo crees?, no bromeamos con eso—Samuel asintió ante las palabras de Miguel, el portador de la voz pasó su vista por toda la mesa, pasando por los 6 ángeles que le miraban intrigados y los 7 pecados que igualmente lo miraban pero estos con fastidio y seriedad, desembocó en los dos seres con mayor poder en aquella habitación— Mi señor, me temo que uno de mis hermanos encargados de todo relacionado con la tierra a cometido una equivocación.

5 de los arcángeles ahogaron un pequeño grito, Gabriel ni se inmuto sabía de qué trataba esto solo se dedicó a mirar a Belcebú que también lo miraba fijamente, ambos sabían cómo acabaría esto. Mientras tanto los 6 pecados solo escucharon más atentos lo que el ser de luz tenía que decir. El diablo estaba intrigado por lo dicho y por último dios solo se mantenía sereno.

—Por favor explícate mejor—pidió Dios.

Miguel asintió, busco por toda la mesa a su hermano Gabriel quien lo miraba sin ninguna expresión.

—Pido que Gabriel camine hasta el centro de la mesa—no rompieron contacto visual, ni siquiera cuando los suspiros de impresión se hicieron presentes—él es quien ha cometido la falta.

Gabriel miró a Dios en busca de una aprobación para continuar o quedarse en su lugar, encontró lo que buscaba, entonces sin demora se levantó de su lugar y se posó en el centro de la mesa donde todos podían verlo. Justo enfrente de Dios y el diablo.

—Hijo, tu hermano te acusa de haber hecho algo que no está bien ¿eso es correcto?, tal vez Miguel solo está malinterpretando las cosas—Gabriel lo miró y dios asintió—habla.

—Hermanos, me han acusado de haber cometido una falta, una regla rota ante la cual estamos todos regidos, se me acusa de tomar decisiones apresuradas—desvió su vista hacia belcebú y después en Miguel—y poner el alma de un inocente en peligro.

— ¿te das cuenta de la gravedad de eso? —dijo el rey de las tinieblas.

—Totalmente—contesto.

—Pero... ¿Por qué? —la pregunta fue lanzada al aire, sin embargo Gabriel no se atrevía a contestar.

—Yo te diré porque—la voz de Belcebú rompió aquel silencio, todos dejaron de verse entre sí y prestaron atención a las palabras del pecado ante ellos—Mi hermano Gabriel no actuó solo, yo y él decidimos aquel destino, de aquella alma pura.

— ¿Me están diciendo que actuaron solos?, ¿sin consultar? — ambos asintieron ante las palabras de Dios. —requiero una explicación más detallada.