También en otra vida (JeonJungkook)

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Jungkook

Anoche, la idea de casarnos no me dejó dormir en la noche, aunque el comentario fue muy vago, lo sentí como simples palabras sin la importancia debida del momento y la petición. Necesitaba darle un anillo para sentir y hacer de esto algo realmente formal

Después de desayunar y dejarla sola en el taller para que continuara trabajando, le invente como pretexto que tenía suficientes papales en mi oficina esperando por mí como para ocuparme toda la mañana y parte de la tarde, que ella no se preocupara y comiera a sus horas.

—¿Hay alguna joyería en el pueblo? –le pregunte a Adam

—Claro que sí, señor. En el pueblo hay una pequeña joyería, pero le aseguro, que las piezas son muy hermosas ¿Necesita algo?

—Sí necesito algo

—¿Podría saber qué es? –enarcó una ceja, mirándome con una expresión de diversión y de curiosidad

—Una... cosa, simple –me hice el tonto revisando unos papeles

—¿Gusta que le consiga el catalogo entero de lo que hay en la joyería?

—No –acomodé unas hojas –prefiero ir personalmente

—Bien, entonces, le diré a William que prepare el auto

—Gracias –dio una reverencia y se fue

Al salir de mi oficina me asomé a ambos lados para asegurarme de que Sunhee no estuviera cerca. Necesitaba salir de casa sin que ella se diera cuenta y comenzara a interrogarme.

—¿Quiere que le diga a la señorita Sunhee a dónde fue en caso de que pregunte? –Adam estaba afuera de casa con las llaves en la mano

—No... más bien necesito que vengas conmigo

—Por supuesto –sonrió –avisaré a las chicas de que saldremos un momento a... -esperó por mí para que le dijera de una buena vez a dónde iríamos

—A... iremos por unos paquetes que necesito recoger personalmente

—Entiendo –por su sonrisa, era claro que sabía que no íbamos por unos paquetes, claro, tampoco yo fui muy sutil

Mientras él entraba a decirles a las chicas a donde iríamos, yo me adelante a subir al auto. Como dije antes, muy pocas veces salía al pueblo, no era que no me gustara este lugar, es un hermoso pueblo, simplemente me esforcé por años en no descuidar la casa y también esperé un poco a que algunas personas que me conocieran de antes, terminaran de morir, para que el rumor de mi inmortalidad no fuera algo grande que creara historias y atrajera a mirones que se acercaran a la casa y la dañaran.

Adam me indicó por dónde ir para llegar a esa joyería, la cual no me daba malas expectativas cuando la vi. Era un establecimiento bastante llamativo en su decoración.

Una chica detrás del mostrador, se levantó de donde estaba sentada en cuanto nos vio a los dos entrar. La música suave de fondo era el toque final de un buen ambiente en este lugar.

—Buenas tardes ¿En qué puedo ayudarles?

La chica era bajita, llevaba un traje de gala toda de negro, con su cabello castaño, lacio, suelto y corto y un brillante labial rojo.

—Am... busco... anillos de compromiso –Adam soltó una leve sonrisa, sin decir nada, era como una sonrisa de lo sabía que me causo solo mirarlo de reojo

—Claro –respondió la chica con una sonrisa -¿Qué clase de diseño desea?

No sabía de diseños, no sabía de formas, no sabía de anillos, así que miré a Adam en busca de ayuda.

—Muéstrenos algo sencillo –dijo él –en oro, por favor

—Claro

La chica caminó hasta un mostrador, quedando detrás de él. Se puso unos guantes blancos de tela y después, con una llave abrió los cristales del mostrador para poder sacar los anillos, los cuales dejó sobre una tela roja de terciopelo frente a nosotros.

Conforme sacaba anillos me ponía más indeciso, no sabía cuál de todos ellos comprar.

Quería uno que fuera perfecto para ella, que al momento de dárselo sonría tan amplio que le duelan las mejillas por eso.

—No tengo idea de cuál elegir –susurré, frustrado por ver los muchos diseños que había delante de mí

—Es fácil –sonrió la chica -¿Cómo es ella?

Comenzaré a hablar sin parar

—Hermosa, inteligente, curiosa, dulce, sencilla

—Lo tiene

—¿Lo tengo? –la miré

—Es sencilla, entonces un estilo romántico, clásico y sencillo iría muy bien con su personalidad y sus gustos

Esto es más difícil de lo que pensé.

—Quiero algo más... personal

—¿Personal? –parpadeo confundida

—Está bien –sonreí –le mandaré el diseño mañana por la mañana, no importa el costo, quiero materiales de primera y quiero que el diseño después sea destruido, nadie más debe tener un anillo igual

—C-Claro, pero... los diseños personalizados tardan una semana y media

—Está bien, no importa –sonreí

No quiero algo de aquí, quiero algo único, algo que nadie haya visto en exposición, algo que nadie más pueda usar.