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La música pasó tan rápido al igual que las horas y para cuando revise mi teléfono ya eran más de las 6 de la tarde. Había pasado casi todo el día encerrada aquí trabajando sin una pausa, no había estado consiente del tiempo, pero ahora mismo estaba consciente de que ya tenía demasiada hambre.

Acomodé un poco las cosas, me quité los guantes al igual que la bata y apagué las bocinas antes de salir.

Justo iba a doblar en la esquina del pasillo, pero tuve que frenarme de golpe y dar un paso hacia atrás para no chocar con el que venía de frente.

—Sunhee –Jungkook apareció de repente en la esquina –venía a buscarte

—¿Necesitas que te ayude en algo? –guardé mi teléfono en la bolsa de mi pantalón

—No... Es solo que... estuviste todo el día encerrada trabajando y me preocupaba que hubiera pasado algo

—Ow... yo... lo lamento, no me di cuenta del tiempo, simplemente se me pasó

—No te disculpes, pero cuando trabajes, por lo menos sal un momento, si no lo haces, siento que pasó algo

¿Qué podría pasarme?

—Entiendo, pondré una alarma que me recuerde que tengo que parar un momento

—Supongo que ahora tienes hambre –sonrió amablemente –les diré a las chicas que pongan la mesa

—Está bien –lo detuve –prefiero primero hacer el recorrido ¿Puedes ahora?

—Claro que puedo

—Genial

Bajamos las escaleras hasta la entrada de la casa donde comenzamos el recorrido. Cada habitación me sorprendía más y más con lo bien conservadas y con lo hermosas que eran cada una de ellas. Los muebles y los detalles eran obras de un trabajo hecho con paciencia y por un experto.

La parte de abajo nos tomó unos 40 minutos recorrerlo por completo ya que íbamos a un paso lento mientras él me contaba pequeñas anécdotas que habían pasado en cada lugar. El segundo piso fue el mismo tiempo y con las mismas pequeñas historias que le daban la historia a la mansión. En todo el recorrido, por un momento pensé en preguntar el lugar exacto de dónde había muerto Jeon Hana, pero no quería ser imprudente con mis preguntas e incomodarlo, así que me quedé callada.

En el turno del jardín el sol ya se había ocultado, eran casi las 8 de la noche, pero aun así las luces a los costados del camino alumbraban magníficamente siendo ayudado también por las series de luces que había en alguno de los árboles.

—Es... increíble este lugar –dije después de haber sido fascinada por la escena –es como si estuviera en un bosque de cuento

Caminamos hasta que llegamos a una banca donde los árboles no cubrían el paisaje y se podía ver una hermosa fuente con estatuas en el centro de estilo griegas llenas de musgo, se veían abandonadas, pero eso les daba ese toque antiguo y bello

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Caminamos hasta que llegamos a una banca donde los árboles no cubrían el paisaje y se podía ver una hermosa fuente con estatuas en el centro de estilo griegas llenas de musgo, se veían abandonadas, pero eso les daba ese toque antiguo y bello.

—¿Qué te pareció la casa? –preguntó

—Es increíble, no sé cómo mas describir lo perfecta que es –lo miré –es una fortuna que tu familia se haya tomado tan en serio cuidarla y protegerla

—Es parte de mi familia y de nuestra historia, claro que la cuido con mucho gusto, es... -hizo una pausa y levantó la mirada al cielo que ahora estaba repleto de estrellas

Su débil sonrisa, sus ojos, su aspecto tranquilo, todo en él me hicieron tener una sensación de calidez, como si esa sonrisa ya la hubiera visto un millón de veces antes.

—Esta casa es parte de bellas historias, algunas trágicas, pero al final... son recuerdos que perduran en el tiempo y no quieres olvidar jamás ¿No? –me miró de repente sacándome de mi trance

—Am... s-sí –aclaré mi garganta –todas esas historias que contaste son dignas de jamás olvidar

Guardamos silencio por un momento tomándonos el tiempo de admirar la fuente delante de nosotros hasta que un pequeño resplandor a lo lejos capto mi atención, parecía el reflejo de algún cristal al fondo del jardín. Trate de agudizar un poco mi visión para tratar de ver lo que era.

—¿Qué es eso? –pregunté cuando no logré encontrarle forma

—¿Qué cosa?

—Aquel edificio o cosa de vidrios

No sé qué fue lo que dije, pero súbitamente la energía tranquila y amigable que nos rodeaba se esfumo como si una briza hubiera venido por ella. Jungkook enderezó la espalda y carraspeó la garganta.

—Ayer, olvide mencionar que existen ciertas reglas –su tono de voz me confundió demasiado. Cuando en todo el día me había hablado amablemente, con una voz suave y me había mirado con una sonrisa, ahora su tono era rasposo, seco, profundo y su mirada era serio sus ojos se oscurecieron un poco –no puedes entrar a mi habitación a menos que sea una emergencia y no puedes ir al invernadero

—¿Hay un invernadero?

—Eso que brilla –regresó su mirada al frente –es el invernadero y esta estrictamente prohibido entrar a ese lugar

¿Por qué esta estrictamente prohibido entrar al invernadero?

—Entiendo –fue lo único que pude decir

—Evitando eso –la sensación rígida y un poco tenebrosa se fue, su cuerpo se relajó un poco y su voz dejó de ser ruda y áspera –puedes entrar a cualquier habitación de la mansión, además –me miró –los sábados después de las 3 y los domingos completos son tus días de descanso –sonrió amablemente que me hizo sentir un pequeño escalofrió que se fue tan rápido como llegó -¿Ahora sí vamos a cenar algo?

—Claro –sonreí un poco aún confundida por su comportamiento

—Vayamos adentro

Después de la cena regresé a mi habitación y cuando estuve en la cama, no pude dejar de pensar en la prohibición del invernadero y en lo estricto que fue con eso, aunque, pensándolo bien, tal vez ese lugar es el lugar privado de Jungkook. En casa no dejo que nadie entre a la pequeña biblioteca, es mi lugar privado y no me gusta que nadie lo perturbe ni siquiera con su olor, tal vez sea la misma situación con él. Pero, aun así, su actitud fue... extraña. 

También en otra vida (JeonJungkook)Where stories live. Discover now