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Pensé que el invernadero estaba más cerca de lo que realmente lo estaba. Jamás lo había visto de cerca y era un lugar realmente bello y grande, un excelente trabajo y empeño de la persona quien fue responsable de levantar un invernadero como este y así como era hermoso por fuera, mi cabeza divago un poco imaginando un interior majestuoso y hermoso. Solo espero no decepcionarme.

Me acerqué hasta la puerta, la cual claramente estaba cerrada con cadena, tenía que encontrar otra manera de entrar para evitar romper la cadena y dejar una pista de que alguien estuvo aquí. Rodee el lugar buscando algún vidrio roto por el que pudiera entrar o alguna ventana abierta, pero, claramente no había nada de eso, así que mi única opción al momento era asomarme.

No podía ver mucho por los vidrios que estaban un poco sucios, pero de todos modos no había mucho que ver, solo las plantas y una especie de río artificial en medio del invernadero que iba de punta a punta del lugar, nada grande como para perderme o esconderme, pero si lo suficientemente bueno y tranquilo como para ser el lugar privado de Jungkook.

Cerré la puerta de mi habitación al haber fallado en mi búsqueda de más pistas y con esa derrota me dejé caer sobre mi cama. Siempre he odiado no saber lo que pasa a mí alrededor, siempre me ha gustado controlar mi alrededor y ahora esto era desesperante.

Rodé por mi cama hasta la mesa de noche de la que saqué las libretas del cajón y las que me faltaban terminar de leer, tal vez pueda encontrar algo.

Abrí el diario en la página en que me había quedado y me incorporé para recargarme en la cabecera y poder leer.

En unos días será mi fiesta de compromiso, pero si hablo con la verdad, no quiero que llegue ese día, quiero ser feliz y sé que teniendo a ese hombre como mi esposo no podré conseguir esa felicidad, sé, que la única persona con la que realmente puedo ser feliz, alcanzar esa felicidad que tanto deseo es estando con Jungkook.

Lo pensé por mucho tiempo, cada noche le doy mil vueltas hasta que termino dormida, pero gracias a eso he llegado a una conclusión. Amo a Jungkook y haré lo que mis padre me dijeron antes de morir, que fuera feliz, que piense en complacer mi felicidad antes que la de los demás, no importa qué tenga que hacer, mientras no dañe a los demás, puedo ir tras ella. Eso es lo que haré, le diré a Jungkook que en verdad lo amo y que nos vayamos juntos un tiempo, que desaparezcamos por un rato en lo que las cosas se calman, de todos modos, confío demasiado en todos los que viven en esta casa como para estar tranquila de que las cosas estarán bien sin nosotros. Se lo diré el día de la fiesta.

Esa era la última página del diario, no había nada más y algo me decía, que esa historia trágica que Jungkook me contó, se trataba de esto, ella había sido asesinada en su fiesta de compromiso cuando iba a decirle a Jungkook que lo amaba y pedirle que se fueran juntos, el muchacho le llamaba Jungkook, pero ¿Quién la asesino? ¿Alguien que no quería que le dijera a Jungkook sobre sus sentimientos e intenciones? ¿Su prometido? O... ¿El mismo Jungkook fue el culpable?

Tal vez con el paso de los años la historia se deformo como en el efecto del teléfono descompuesto y los pequeños detalles insignificantes para otros eran los que daban las pruebas necesarias para saber quién fue el responsable de su muerte. Ahora ese Jungkook de hace 140 años era parte de los sospechosos de ese asesinato.

Dejé la libreta en la mesa cuando un fuerte dolor de cabeza regresó repentinamente y mi habitación dejó de serlo, transformándose en el gran salón donde de nuevo las personas bailaban de un lado al otro con esos vestidos coloridos de la misma época de siempre. Yo estaba sobre la cama, en medio del gran salón y todos bailaban ignorándome, como si yo fuera invisible, todos al ritmo de la música y disfrutando de la fiesta.

¡Ya basta!

Cubrí mis ojos, deseando que todo esto terminara de una buena vez, permanecí así por un momento, no sé exactamente cuánto fue, pero cuando bajé mis manos y levante la mirada, ya no había nada, mi habitación era la misma de siempre, sola y tranquila.

Estas malditas alucinaciones estaban colmándome la paciencia, estaban asustándome y volviéndome loca, necesitaba encontrar respuestas lo más pronto posible o terminarían mandándome a un hospital psiquiátrico.

Tomé las libretas de nuevo, doble las piernas para dejarlas frente a mí en la cama esperando encontrar algo más. Lo primero que tomé fue un libro que al parecer era de partituras, lo hojeé buscando algo, hasta que encontré ese algo, me detuve en una partitura llamada Griseo Luna que si mi poco conocimiento de latín no me falla, en español se traduce como Luna Gris.

La examine de arriba abajo, viendo y sintiendo la hoja amarillenta y desgastada en mis dedos, tocando algunos compases en mi cabeza y dándome cuenta de que eran los mismo... era mi canción.

¿Cómo es que la canción que soñé de niña estaba escrita en esta hoja de hace 140 años?

Sentí escalofríos recorrerme por todo mi cuerpo y el mareo más el dolor de cabeza me hicieron saltar de la cama con dirección al baño para tirarme sobre el suelo frente al escusado y vaciar todo lo que había en mi estómago.

Tiré de la palanca y me quedé recargada sobre el escusado. Me sentía confundida y abrumada con todo esto, pero aunque mi lado razonable me decía que saliera corriendo de inmediato, mi otro lado, el lado curioso me decía que me quedara a averiguar qué era lo que me estaba pasando y claro, encontrar qué demonios estaba pasando aquí. 

También en otra vida (JeonJungkook)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora