Mensajes de madrugada °SeungLix•

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La mirada entre seria y triste de SeungMin, se instaló y quedó estancada en el rostro de Félix.

Aunque aún no había empezado a contar lo mucho que escondió a su mejor amigo, un nudo enorme se le puso en la garganta para poder darle la presión de ahí y querer llorar.

- Lo siento por todo, soy un completo imbécil. Yo me estoy ahogando con mis propios sentimientos y problemas que no quiero decir a nadie; incluso a ti, pero no lo puedo soportar ya, necesito a alguien y soltarlo. Félix, oculto tantas cosas que ni si quiera sé dónde guardarlas. Mi corazón está angustiado y herido, tiene heridas internas que nadie puede reparar a causa de mis padres; ellos me pegan y desprecian porque... Porque... Su hijo maricón es una gran repugnancia en su familia. Duele demasiado sentirse muerto por dentro cuando todavía sigues con vida. Todo es un asco y desearía morir. Ayúdame. - habló, suplicó afligido comenzando a llorar a la mitad mientras temblaba desconsolado.

El mayor simplemente no se imaginaba tal contestación, ni tampoco saber una verdad tan impactante en cuestión de minutos. Sus ojos parecían platos de estar abiertos al máximo. No era fácil de asumir que alguien en quien confiabas al 100%, te estuviera escondiendo cosas desgarradoras.

Esperando el rechazo del chico que le gustaba y no sabía nada sobre sus sentimientos todavía, cerró los párpados fuertemente notando sus lágrimas caer y caer sin cesar; pero no fue así porque sintió el cuerpo contrario juntarse con el suyo y los brazos apretando su espalda. Entonces el menor apoyó su frente en el hombro cercano para hacer su llanto más fuerte, también correspondió el abrazo. ¿Eso significaba...?

- SeungMin... Todo va estar bien, lo prometo. Yo te ayudaré, haremos todo lo posible, lo juro. Descárgate primero, cálmate en mí y cuando estés mejor hablaremos. - eso bastó para que el mencionado supiera que estaba en buenas manos.

La mente del australiano creía haber leído o escuchado una historia parecida.