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El primer día sin un mensaje del acosador y el australiano ya se encontraba preocupado por él. Sus mensajes le hacían ver que estaba "bien", que le tenía controlado más o menos... Dios, la preocupación la tenía a flor de piel y apenas era de mañana.

Frustrado, se revolvió el cabello con una sola mano ya que en la otra sostenía el móvil; en este la conversación entre él y el chico de la madrugada se podía observar. Soltó un bufido cerrando la aplicación de Kakao Talk y guardando el aparato electrónico en un bolsillo de su pantalón.

¿Por qué se sentía tan nervioso por alguien que le mandaba mensajes cuando dormía y él contestaba poco? Le hacía mal pensar tanto en un extraño.

Dejó caer la parte parte del pecho y la cara al escritorio, gruñó molesto haciendo puños con sus manos. En ese momento lo que menos quería era ver a nadie, pero la puerta de la clase se abrió por un alumno que faltaba por entrar; este era ni más ni menos que Kim SeungMin, el mejor amigo de Lee Félix. Tal vez... Podría hacer una excepción.

El chico coreano, decaído, triste y adolorido, hizo el esfuerzo de ir a la escuela. Las caras de sus padres no las quería ver ni en pintura trás todo lo ocurrido con ellos el día anterior. Recordarlo, le hacia estremecerse de angustia y puro dolor. Tenía que guardarse las ganas de llorar y llorar como un bebé afuera de casa, es decir, en lugares públicos.

El recién entrado, mirando hacia abajo, se adentró al aula dirigiendo sus pasos a su asiento correspondiente y sentándose. Sin querer en esa acción se le escapó un pequeño gemido de dolor por las heridas y moratones que tenía, llamando así la atención de su compañero de mesa involuntariamente. Y sí, era el mismísimo australiano y mejor amigo de SeungMin.

- Minnie, creo que me estoy enamorando o tengo una gran obsesión por alguien que no conozco cara a cara... - dijo en un tono entre apagado y preocupado mientras agarraba levemente el brazo de este.

El mencionado, nada más que esas palabras atravesaron sus oídos con facilidad, las pupilas de le dilataron de más. Sentía que con tan sólo eso, sumando lo de casa y familia, se derrumbaría y acabaría por completo su vida. Pues lo que más amaba, tenía sentimientos por otra persona que él ni si quiera conocía; o eso suponía.

Derrotado tanto físicamente y psicológicamente, sin querer ya nada con nadie incluídas sus excepciones, no pudo aguantar sentir una gran presión por la zona del pecho extendiéndose hasta la garganta para terminar hiriéndole más y derramar las primeras lágrimas que harían paso a un llanto incontrolable, pesado e interminable. Pero antes de que esa presión se fuera al lugar cerca de las cuerdas vocales, se levantó dirigiendo sus pasos al baño del pasillo cercano para ahí descargarse en un cubículo cualquiera; sólo deseaba estar solo y que nadie le escuchara al ser posible.

Félix, sintió su ausencia en seguida porque su mano que estaba tocando la piel de SeungMin, ya no lo estaba haciendo. Sus ojos que observaban atentos la pintura blanca de la mesa, se desviaron al asiento de su costado viendo que la persona que se encontraba ahí, desapareció. El australiano no podía estar más confundido ante el comportamiento de su mejor amigo.

Mientras tanto, en el baño de chicos y en un espacio pequeño, el menor estaba recogido en una esquina ocultando su rostro entre sus piernas a la vez que lágrimas caían a borbotones por sus pómulos y mandíbula.

¿Por qué todo a mí? Quiero irme de aquí, quiero estar en un lugar dónde las preocupaciones no duelan y mi corazón pueda estar en paz continua. La vida es un asco.


























Tengo varias partes hechas y decidí actualizar ✌

Bueno, decir que a partir de aquí la mayoría de los capítulos serán narrados ✨

Mensajes de madrugada °SeungLix• Donde viven las historias. Descúbrelo ahora