Capitulo 31: Pongamos las cosas en su sitio.

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Buenas noches! Siento subir el cap tan tarde! Pero es que no he podido subirlo en todo el día! Espero que os guste ;)

Nos vemos mañana con el próximo cap! Comentar y votar porfis!! :D os quiero! Gracias por todo! Sois los mejores! ;)

Chauuuuuuuuuuuuuuuuuu

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P.O.V. Raúl 

Era viernes, me preparaba para ir a recoger a Lara, la llevaría a comer fuera, iríamos de compras y después al cine. Los dos solos, como una cita.

Me puse unos pantalones blancos, una camiseta de tirantes negra y una camisa blanca encima de la negra. Un cinturón negro, y las playeras que me regalo. Me puse mis gafas de sol, cogí mi cartera, las llaves de mi coche y puse rumbo al instituto de mi princesa.

Llegue y aparque. Note muchas miradas hacía mi coche. No estaba nada mal, era un Honda civic negro. Con unas llantas preciosas que le compre y por dentro era rojo. Llevaba la música muy alta, lo que hacía que llamara más la atención.

Salí del coche notando que muchas chicas que recién salían de clases me miraban. Las  ignore y me acerque a la puerta del instituto.

Una vez allí vi que Lara ya salía, no me vio. Así que me puse detrás de ella y la tape los ojos.

-Quien soy....- Dije intentando modular mi voz para que no me reconociera. Ella toco mis manos y contestó:

-Mi bebe. Eres Raúl.- Me dejo sorprendido.

-¿Como lo sabías?.- La pregunte quitándola la mochila de la espalda para llevarla yo.

-Porque conozco cada parte de tu cuerpo...- Contesto en mi oído muy sensualmente.

La mire y estaba mordiéndose el labio. Me encantaba que lo hiciera, pero me ponía muchísimo.

Alguien rompió nuestro maravilloso momento y yo sonreí malvadamente cuando vi quien era.

-Suelta a mi chica.- Dijo Carlos serio.

P.O.V Lara

No podía creer lo que estaba viendo. Carlos había vuelto a pesar de mi amenaza de darle una patada en su entrepierna.

-Suelta a mi chica.- Dijo Carlos serio.

-No soy tu chica imbécil.- Dije enfadada, pegándome más a Raúl.- Tranquila princesa.- Me susurro Raúl al oído. Sabía que lo hacía para calmarme, pero también para molestar más a Carlos.

-¿Es que no me has oído gilipollas?.- Dijo Carlos levantado la voz.

Sentimientos encontradosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora