54

1.2K 179 95
                                    

—¡Mamá! —chilló Niall cuando entró en casa, accidentalmente azotando la puerta.

—La comida está lista cariño —respondió Maura, dejando los platos sobre la mesa.

—¡Mamá, acabo de ver la cosa más impresionante!

—La contarás después de la cena cariño, tú padre no tardará en venir.

—Pero mamá...

—Jem —advirtió su madre.

—No me llames así...

—Que te calles enano, solo siéntate y come —dijo Greg, tomando asiento en su lugar habitual.

—Greg, no molestes a tu hermano.

—Lo siento —respondió, pero su tono desinteresado desvelaba que realmente no lo sentía.

—¿Saldrás mañana con tus amigos? —le preguntó Niall, inclinando su cabeza hacia un lado con curiosidad. Su cabello cobrizo y cortito cayendo sobre su frente.

—Si digo que sí, seguramente te pegarás a nosotros como sanguijuela, y no quiero tener que hacerla de niñero mientras estoy con mis amigos.

—No quería ir contigo de todas maneras, ahora tengo un amigo y lo veré mañana.

Greg soltó una risa nasal y socarrona, arqueando una ceja interrogante. Creía que su hermano solo estaba inventando un amigo imaginario para hacerse el interesante.

—¿Ah sí? ¿y cómo se llama?

—No le he preguntado.

—Lo estás inventando.

—Que no.

—Que sí.

—Que no, lo conocí en el bosque.

—Lo estás inventando.

—¡Te dije que no! —exclamó Niall— Es de mi edad, y puede hacer algo genial.

—Tocarse la punta de la nariz con la lengua no es algo genial, Niall.

—No, él puede...

—¡Basta los dos! —exclamó la madre, golpeando los codos contra la mesa y escondiendo su rostro entre las manos— su padre llegará hambriento en cualquier momento y no quiero que encuentre a sus dos hijos peleando como perros y gatos. A su cuarto, sin cenar.

Refunfuñando, ambos se levantaron de la mesa y con la cabeza gacha, subieron las escaleras. Niall, quien iba unos pasos más delante de Greg, sintió un azote en la nuca.

—¡Auch! —se quejó, volteando solo para ver a su hermano mirándolo con enojo.

—Es tu culpa.

Pero Niall no respondió, solo se encerró en su cuarto toda la tarde y no salió.

• • •

Greg se había dormido temprano esa noche, pensando en que, si no iba a cenar, entonces no tenía nada mejor que hacer. Cayó dormido al poco tiempo y esperaba tener una profunda noche de sueño, sino fuera porque la puerta de su habitación crujió a la media noche.

Escuchó ligeros pasos aproximarse a él. Sabía de quien se trataba, pero no le tomó importancia, pensando en que, si lo ignoraba el suficiente tiempo, se iría.

Que equivocado estaba.

—Greg —lo llamó su hermanito, zarandeando su brazo— Greg.

—Vete Niall.

savage; nsWhere stories live. Discover now