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—¡Harry Edward Styles, abre la puerta en este instante!

Sonoros gritos y estridentes golpes en la puerta despertaron a Harry y a Niall al instante. Niall había ocupado la cama de Harry las noches pasadas ya que la ventana de su nueva habitación aún no había sido reparada, mientras que Harry se quedaba en la silla, vigilando que Niall no intentara ningún movimiento sospechoso.

—¡Abre la jodida puerta o la derribaré de un golpe! —Harry reconoció la voz de su padre en seguida y se regañó mentalmente por no haberlo escuchado llegar, había bajado la guardia demasiado.

—¿Quién es ese? —Niall murmuró somnoliento.

Harry de inmediato puso su dedo índice sobre sus labios, señalándole a Niall que debía quedarse callado.

—¡¿Quién mierda está contigo?! —gritó su padre una vez más.

El castaño se levantó de la silla y ágilmente llegó hasta la puerta, no sin antes hacerle señas a Niall para que se quedara inmóvil en la cama, quitando el seguro y abriéndola  apenas, asomando su cabeza.

—¿Padre? —inquirió el rizado confuso— ¿qué haces aquí?, creí que llegarías en febrero.

—Jonah me llamó anoche completamente desquiciado, diciendo que habías intentado matar a su nuevo hermano —Desmond apretó la quijada y chirrió sus dientes— ¿podrías explicarme de que rayos estaba hablando?

Con evidente furia cerró su mano derecha  en un puño y golpeó el umbral de la puerta. Su mirada se tornó más oscura y sonoros gruñidos se escapaban de su garganta.

—No vayas a alarmarte —Harry intentó tranquilizarlo. Salió por completo de la habitación y cerró la puerta detrás suyo—, pero Louis encontró a un chico moribundo en el camino y no tuve otra opción más qué...

—Te pedí expresamente que no pusieras en peligro a la manada, ¿te parece que introducir a un completo extraño es proteger a tu familia?

—Ya sé que no pero...

—Cierra la boca Harry —interrumpió Des—. Sabes perfectamente que el único que puede incluir nuevos miembros soy yo, soy el único que sabe cómo escogerlos.

—Lo sé perfectamente...

—Quiero verlo —ordenó Des, plantándose sobre el suelo y cruzando sus brazos sobre su pecho—, sé que ésta ahí dentro, dile que salga ahora.

—Papá...

—¡Ahora!

Harry hizo lo que se le ordenó. La vieja madera del suelo de la cabaña crujió ante su paso, y al abrir la puerta de la habitación se encontró con Niall de pie frente a la entrada, luciendo seguro. Harry adivinó que había escuchado toda la conversación, no solo por su oído mejorado sino por la manera tan escandalosa con la que su padre solía gritar.

Niall salió de la habitación, rozando el hombro de Harry tras su paso. Observó al hombre fornido que lo miraba con el ceño y sus ojos rojos de furia. Sus facciones eran toscas, asemejado a Harry y sin embargo, Harry era claramente mucho más apuesto.

Desmond tomó las regordetas mejillas de Niall entre sus manos, escudriñando la cara del neófito. Sus ojos aún estaban negros, eso no era buena señal.

Mientras que Niall sentía el aliento del intimidante hombre sobre su nariz, logró observar al resto de la manada asomarse por las puertas de sus habitaciones, indagando de que se trataba el escándalo que se formaba en el pasillo.

Niall odiaba sentirse sometido, mostrarse débil frente a los demás, por lo que de un arrebato, retiro su rostro de las manos de Des, retrocediendo abruptamente.