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Editado


Kat fue la primera en entrar, pero se detuvo al ver que Harry no la seguía. Se giró a verlo.

—¿Por qué no vienes? —le preguntó.

—Yo... ¿quieres que entre? —dijo inseguro.

—Claro que sí, Hazza, te necesito aquí... conmigo.

Él sonrió e ingresó. Mattie también entró junto a ellos y cerró la puerta con cuidado. Kat se acercó rápidamente a la cama al ver a su padre con los ojos levemente abiertos.

—Por Dios, papá... me asustaste tanto —le dijo ella y se acercó a él para abrazarlo. John sonrió levemente.

La puerta de la habitación se abrió y Anne ingresó como un rayo. Corrió hacia la cama y se sentó del otro lado.

—Dios santo, estás bien —lloró y también lo abrazó.

Katie sonrió y se puso de pie. Miró al rizado y este se encogió de hombros. Mientras Anne abrazaba y lloraba sobre John, ellos dos y Mattie se acercaron al doctor.

—¿Qué es lo que tiene, doctor? —preguntó Harry.

—No es para alarmarnos —les dijo primero —Pero sí para tomar precauciones. John sufre de presión alta... por eso últimamente ha estado teniendo dolores de cabeza, mareos y falta de aire, como me lo ha mencionado...

Katherine miró a su padre.

—¿Por qué no me dijiste nada? —le preguntó enojada. John se sentó en la cama, con la ayuda de Anne.

—No quería preocuparte, hija...

—Eres un... inconsciente —le aseguró —Pero ya voy a hablar seriamente contigo... prosiga doctor.

—Esto de la presión se puede deber o mejor dicho... se debe a una serie de situaciones de nervios y preocupaciones.

—¿Qué más me has estado ocultando, John Brooks? —dijo Kat sin poder creerlo.

—Ya niña, Katie—dijo Anne —No lo retes más...

Ella suspiró y volvió la vista al frente.

—¿Qué es lo que tenemos que hacer? —le dijo al doctor.

—Debe descansar, relajarse, estar en cama, dar paseos tranquilos... Eso sí, ya nada de sal en las comidas. Y no más negocios por un tiempo.

—Doctor... —murmuró John. Todos lo miraron —Usted no me puede pedir dejar mis negocios. Todo se va a venir abajo...

—Yo voy a hacerme cargo de ellos —sentenció Kat.

—Pero hija, estás son tus vacaciones...

—También las tuyas, papá. Yo puedo hacerlo, Mattie va a ayudarme y —miró a Harry y no pudo evitar sonreír —Harry también.

—Claro que sí, señor —dijo él.

—Bien —suspiró John—Voy a tomarme las vacaciones... realmente.

Todos sonrieron. El doctor guardó sus cosas y caminó hacia la puerta.

—Lo acompaño abajo, doctor —dijo Mattie. Ellos dos salieron de la habitación. Kat se giró a ver a su padre.

—Te vas a salvar de mi regañada, John Brooks, solo porque no quiero que te vuelva a dar un ataque...

—Katie —sonrió él —Voy a estar bien, hija. Voy a hacer todo lo que me diga el doctor ¿sí?

—Más te vale —miró la escena de Anne sentada a su lado. Ellos dos necesitan unos momentos a solas. Miró a Harry —¿Me acompañas a hacer una sopa para mi padre?

—Por supuesto —asintió él.

Salieron con cuidado del cuarto. Y suspiraron a la vez cuando cerraron la puerta. Ahora estaban solos. Sí, solos. El corazón de Kat se aceleró.

—¿Katie? —dijo Harry.

—¿Sí? —preguntó ella.

—Voy a besarte...

Ella rió y comenzó a retroceder. Jugar un poco en aquel momento podía ser realmente relajante.

—Solo... si logras alcanzarme, salvaje —aseguró y comenzó a correr.

Corría tan rápido como podía. Pero entonces giró la cabeza y Harry no estaba detrás de ella. Frunció el ceño, ¿Por qué no la había seguido? ¿Acaso no había entendido el juego?

Llegó hacia las escaleras y las bajó sin dejar de mirar hacia atrás. Se sentía algo decepcionada. Él no la había seguido. Pero entonces chocó con algo y ahogó un grito... miró al frente y él estaba allí. ¿Cómo demonios lo había hecho?

—Te atrapé —dijo tomándola de cintura. Ella miró hacia atrás y balbuceó tontamente.

—Pero... pero... ¿Cómo es que... estás aquí? ¡No me seguiste! —exclamó.

—Primero te beso, y luego te explico —sonrió él.

Bajó la cabeza y capturó sus labios. Ella cerró los ojos y abrió la boca, recibiendo su sabor. ¡Qué descarada que estaba siendo! Besar así como si nada a un hombre que todavía tenía novia. Pero no le importaba, realmente no le importaba.

—¡¿QUÉ SIGNIFICA ESTO?! —chilló ella.

Ellos se alejaron asustados y se giraron a verla.

—¡Felicity! —dijo Harry. La rubia los miraba sin poder creerlo.

—Oops, creo que hoy mataremos dos pájaros... ¿de dos tiros? —inquirió ella en voz baja.

—¡Estoy esperando una respuesta! —gritó histérica.

Harry tragó saliva. Ya era hora de dejar todas las cosas bien claras.

White Horse (Harry Styles)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora