El pozo de los deseos

712 49 20
                                    

Hugo se encontraba frente al pozo. Las lágrimas corrían por su rostro, mientras escuchaba los gritos de la gente del pueblo.

~¡Desearia que mi vida fuera diferente!, Se reprochó con desesperación.

~Para cumplir tu deseo solo debes lanzar una moneda. Habló el pozo haciendo que el príncipe retrocediera.

~¿Un pozo que habla?

~Solo tienes 3 deseos y debes aprovecharlos bien.

La mente de Hugo comenzó a confundirse. Estaba a punto de lanzar la moneda, cuando una voz femenina lo detuvo.

~¡No Hugo! Todo es mi culpa, no crei que por mi capricho, toda la vida de mis amigos se desvanecería.

~¿A qué te refieres?

~Siempre te he querido, desde la primera vez que te vi. Eres un príncipe excepcional, con un carisma increíble. Eres el ideal para mí, pero lamentablemente no eres mío ¡Y nunca lo serás! Intente forzarte a quedarte conmigo alejando a Sofía, pero no lo logré, aunque haga miles de futuros, ella ganará tu amor en todos.

Hugo la miró con tristeza y se acercó a ella para darle un abrazo.

En ese momento Clio comenzó a llorar. Ya no soportaba todo lo que estaba ocurriendo.

~Eres de las mejores princesas que conozco, soy tan afortunado de que tengas sentimientos por mi. Susurro con la voz cortada.

~Si lanzas la moneda, tus deseos se harán realidad, pero a cambio te quitará algo que amas y me temo que se trate de Sofía.

~Sofia... Yo no soy digno de ella. Contestó con amargura.

~Ella no lo cree así, ustedes siempre han sido unidos. Aún no puedo creer que hayan tenido un mal comienzo. Todavía recuerdo la primera vez que hablaron; tú demostrabas un exceso de confianza, ella por otra parte, se encontraba confusa, ¡quería practicar un deporte para hombres! Pero nada le importó, ninguna burla fue más importante que su sueño.

La mente de Hugo comenzó a recordar, cada pequeño detalle. Su antigua vida aparecía en su mente como si se tratara de una filmación.

Los recuerdos lo agobiaban, a tal grado de, tomar una decisión que lamentaría después.

Fue entonces cuando tomó a la morena entre sus brazos y le dio un apasionado beso.

~Clio... me casare contigo, ¡te amo de verdad!, pero debes hacer algo por mi. Devuélvele la vida a Sofía, haz que vuelva a ser una princesa, qué el rey Roland siga vivo, qué Amber me deteste, pero que Encantia este a salvo. Sé que sabes la solución, te daré mi vida a cambio de la felicidad de Sofía.

Clio bajó la mirada con tristeza, sin embargo notó la desesperación en los ojos de Hugo.

~Esta bien, pero debes ayudarme, la única forma de romper el hechizo es hacer que Sofía recuerde su vida. Lo decifré hace poco, si no lo logramos, Encantia estará pérdida y Amber podría morir en manos de los rebeldes.

~Haré lo que sea necesario, pero ¡por favor! no me hagas ver a Sofía de nuevo, si lo hago, sé que no podré dar marcha atrás a mis sentimientos.

Clio se abrazo fuertemente de él. A pesar de que él correspondía sus sentimientos, no podía dejar de sentirse una persona malvada.

~Tengo que irme Hugo, Sofía debe recordar todo, te aseguro que dentro de poco tiempo todo habrá terminado.

Los ojos de Hugo se cristalizaron, sin embargo se mantuvo firme.

~Te deseo suerte, te prometo que apenas las cosas se hayan resuelto, yo me casare contigo.

Clio caminó con seguridad hasta la reja del palacio y notó que algunos rebeldes habían comenzado a bloquearla, para así evitar que le reina escapara.

~¿Ahora que haré? Gritó apretando su cabeza.

~¿Necesitas ayuda? Habló James extendiendo su mano para que subiera con él a su caballo.

~Te lo agradezco, creí que jamás lograría salir del castillo.

~No es nada. He pensado mucho en ti, ¿Recuerdas que me dijiste que era bueno para el Derby volador? Recordé muchas cosas, Sofía me ayudó a entrar al equipo. Y me gustaría poder ayudar a que esta vida alterna acabé.

~Me alegra que hayas recordado, dime...¿Recuerdas algo más? ¿Tus sentimientos? ¿La persona a la que amabas?

~Todo es muy confuso, solo sé que comencé a sentir algo por ti en estas últimas semanas. Sé que no sientes lo mismo y no pienso forzarte. Exclamó mientras apretaba las riendas del caballo.

~James... Me casare con Hugo apenas termine esto. Contestó intentando ser lo más delicada posible.

El caballo dió un giro inesperado, provocando que Clio se abrazara de la espalda de James.

~Llegamos. La zapatería parece estar abierta, esperemos que Sofía este en casa.

Cuando se encontraban frente a la gran puerta de vidrio, las piernas de Clio comenzaron a temblar, sentía mucho temor de enfrentarse a la nueva Sofía. Temía que no le creyera o que no aceptara volver a su antigua vida.

~¿Se les ofrece algo? Habló una dulce voz.

James se quedó pasmado por unos momentos, para después correr a los brazos de dicha mujer.

~¡Mamá!, No sabes cuánto te extrañe,

~Perdone su alteza, pero debe estar confundiendome, yo no podría ser la madre de un príncipe.

~Si lo eres, te casaste con mi padre. ¡Me criaste!

~Lo siento mucho, pero desde que mi esposo murió, yo me centre en criar a mi hija y sacar adelante a la zapatería. Contestó alejándolo de ella.

~¿Su hija está adentro?, Intervino Clio.

~No, salió con su amigo Raoul, ella está muy entusiasmada con él.

Clio sonrió con alegría. Ahora no se sentiría culpable de su enlace con Hugo.

~¿Qué hacen aquí? ¿Cómo se atreven a molestar a mi madre?

~Sofia... No queríamos importunar. Siseo James.

~¡Después de todo lo que sufrí!, en especial por ti, tú hermana casi arruina mi vida. Gritó mientras intentaba acercarse a él.

~Sofia, debes calmarte. Interrumpió Raoul.

~¡No puedo hacerlo! No sabes todo lo que pase, me hizo estar a lado de un príncipe mimado, que sólo pensaba en convertirse en rey, ¡A él no le importaba como me sentía!

~¡Cállate! ¡Hugo no es así!, Él es especial, parece osco, pero una vez que lo conoces, te das cuenta que hay una persona maravillosa detrás de su actitud arrogante. Respondió Clio dejando a Sofía totalmente atónita.

El ambiente comenzaba a tensarse, no obstante, Clio no desistiria de su misión.

El Amor de ClioWhere stories live. Discover now