Así comenzó todo.

3.5K 140 64
                                    

Finalmente llegó el momento en que todas las princesas de la escuela real comenzaron a ser cortejadas.
Algunas son sumamente populares entre los nobles, mientras otras, sueñan con conseguir a su príncipe adorado.
Como es lógico, nuestros protagonistas han crecido para darle paso a la pubertad.

La princesa Amber de Encantia, con su largo cabello rubio y sus pobladas pestañas, es la más solicitada entre su trío de amigas. Hildegard por otra parte, suele asustar a sus pretendientes con su actitud apática.

Mientras que la pequeña y retraída Clio se mantiene alejada de todo, siendo solamente la sombra de sus amigas. Sus facciones cambiaron con los años, su estatura aumento y su belleza fue en ascenso.
El momento de ser pretendida había llegado y nada podría hacerla más feliz que ser notada por cierto príncipe de ojos avellana. Lamentablemente él era inalcanzable para todas, pues no le prestaba atención a ninguna de las princesas de la escuela real. Tal vez se debía a su presunción, él sabía lo que tenía y no quería perder el tiempo con ninguna “niña tonta".

Hugo aterrizo de su yegua, quedando justo en medio del campo, el joven era seguido por Sofía y James. Las prácticas del Derby volador se volvían cada vez más duras y la presión aumentaba conforme se acercaba el torneo de fin de curso.

James bajó rápidamente de su caballo para ayudar a Sofía, sin embargo ella parecía estar pérdida en sus pensamientos.

Al notar esto, Hugo saltó hasta ella y de forma juguetona hizo que reaccionara.

Para nadie era extraño ese comportamiento, ya que él la apreciaba y trataba como a una socia.

Clio observaba atentamente desde las gradas. De un momento a otro la mirada de Hugo se cruzó con la suya. Ella intento esconder su pena, pero Hugo giro su rostro pretendiendo no haberla visto.
En ese momento sostuvo a Sofía de la cintura para ayudarla a bajar de Minimus.

~¡No era necesario Hugo! Sabes que puedo hacerlo yo misma.

~Sofía, debemos cuidarte ya que el torneo será pronto, si algo falla ¡estamos acabados! si eso pasa, Vaughn y Vans no perderán ocasión para reírse de nosotros.

~¡Es verdad! Hugo tiene razón. Agregó James, mientras llevaba a su caballo hasta el establo.

Clio comenzó a acercarse cuidadosamente esperando no ser vista. Sabía que espiar una conversación era de mala educación, pero la curiosidad la mantenía inquieta.

~Me iré con James. Susurró Sofía girando hacia su hermano.

~Claro Sofía, los veré mañana.

Clio caminó un poco más, hasta que Hugo grito con fastidio.

~¿Qué es lo que pretendes?

Clio se mantuvo escondida detrás de un arbusto, intentando no moverse, sin embargo, Hugo sabía perfectamente donde se encontraba.

~Sé que estás ahí, ¡es mejor que salgas!

La princesa fue asomando lentamente su cara hasta quedar completamente frente a la de él.

~Lo siento Hugo... No era mi intención.

~Sé porque lo haces, debes ser una gran admiradora como para venir a ver las prácticas, pero quiero decir.... Lo mejor pasará en la carrera. Habló con altivez haciendo que la princesa comenzará a mover las manos con nerviosismo.

~Estaré animándote...

~Claro que lo harás. Contestó caminado en la misma dirección donde se había ido Sofía.

~¿Te irás ya?

~Lo haré, Sofía olvidó su pañuelo.

Hugo se agachó hasta el piso, tomando la prenda entre sus manos, mientras disfrutaba de su fresco aroma.

~Puedo... Puedo llevárselo. Veré a Amber en unas horas.

~No es necesario yo se lo entregaré, podemos ir juntos. Después debo ver a mi hermano.

Clio se llevó las manos a la cara con asombro, Hugo mostraba unas facciones más dulces dejando a un lado aquel rostro frío e inquisidor.

El viaje duró unas cuantas horas, las suficientes para crear una tensión entre los dos.

Hugo se mantuvo observando el pañuelo con interés, Clio por su parte, lo observaba de reojo, mientras pensaba ¿Qué era lo que lo mantenía tan atento? Todos sabían que Hugo y Sofía eran buenos amigos e incluso la princesa afirmaba no tener intereses amorosos en ningún chico.

~Llegamos, habló el cochero haciendo que el príncipe se apresura a bajar.

Clio caminó hasta la puerta y fue recibida por la mano de Hugo, él era muy caballeroso a pesar de todo.

~¡Clio no esperaba verte tan temprano! Habló Amber corriendo hasta ella.

~Hugo se ofreció a traerme.

Amber hizo una cara de extrañeza y el príncipe se aclaró la garganta.

~Debo ver a Sofía.

~¿Qué quieres con mi hermanita?

~Es un asunto personal.

~Espero no intentes nada raro con ella, porque yo no lo permitiré.

~¡Ay Amber!, debo entregarle su pañuelo. Si yo quisiera, no me importaría tu opinión ni la de nadie.

Clio apretó su vestido con nervios y observó cómo el príncipe se alejaba entre los jardines.

~¡Debo saber qué pasa! Habló Amber caminando detrás de él.

De entre una pila de maleza, Hugo abrió una misteriosa puerta.

~¡Es el jardín secreto de Sofía! Exclamó Clio siendo callada por Amber.

Sofía se encontraba hablando con sus animales.

~Asi que sueles hablar sola. Susurró el príncipe asustando a la joven.

~¡No es así! Clover es un gran oyente.

~Veo que no estás practicando, pero eso no importa, en realidad no lo necesitas ¡Eres la mejor!

~¿Estas admitiendo que alguien es mejor que tú? Contestó levantando una ceja.

~Claro, deberías aprovechar, ya que estoy muy complaciente el día de hoy.

~¡No me digas! Conseguiste una novia.

~¡Eso no! Pero tú en cambio perdiste algo muy bonito.

~No recuerdo haber dejado algo.... ¡Mi pañuelo! Gritó observando la prenda.

~¡Si lo quieres debes atraparme! Habló corriendo alrededor del lago.

Clio se sintió extraña, sentía celos de la relación de Hugo y Sofía, aunque aparentaban ser buenos amigos, era obvio que sentían más que eso.

~¡Debo decirte algo Hugo!

~¡No me digas! Alguien se te declaró.

~En... En realidad así es.

Hugo paro de correr y se quedó estático por unos momentos antes de soltar una risa coqueta.

~Y lógicamente lo rechazaste porque aún no estás lista.

~Creo que es momento de comenzar a crecer. No crees que soy... ¿Algo infantil?

~Eres magnífica.

~Hugo... Eres mi mejor amigo y jamás podría ocultarte algo.

~¿Quién fue?

~Desmond, quizás parezca ilógico, sin embargo, pienso que puedo ser feliz a su lado.

~Asi que aceptaste...

~Estoy pensando en hacerlo. Aún así ¡No te dejaré de querer! Nuestro cariño y amistad sigue intacta, solo debo reivindicarme.

~Lo entiendo Sofía...Obviamente no puedo detenerte, pero...creo que aún es muy pronto.

Amber se llevó las manos a la boca con emoción, esto era mejor que una novela de amor.

El Amor de ClioWhere stories live. Discover now