Hola

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Después de hacerle entender a mi padre que ninguna boda se acerca, he ido a esperar fuera del baño por Johan, después de una hora y ningún ruido cercano me he dado cuenta que Johan ha huido

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Después de hacerle entender a mi padre que ninguna boda se acerca, he ido a esperar fuera del baño por Johan, después de una hora y ningún ruido cercano me he dado cuenta que Johan ha huido.

Estoy enojada pero he decidido que nada puedo hacer con respecto al tema de Johan por hoy, así que me doy un merecido baño.

Al día siguiente me despierto muy temprano, me pongo lo primero que encuentro y salgo hacia la casa de Johan.

Es realmente gracioso, la primera vez que fui a ese lugar fue a reclamarle a sus padre por su hijo pervertido. Pero cuando llegué ví a dos ancianos bastante dulces, uno barriendo el patio y otro leyéndole un libro mientras tanto. La abuela me sonrió de manera adorable me trajo galletas y té. Estaba feliz porque su Johan por fin había hecho amigos en su escuela nueva. Sus padres murieron cuando él tenía unos 10 años y después vivió con sus abuelos. Ellos esperaban vivir un retiro tranquilo, por eso habían decidido ir a ese pueblo y su nieto con ellos. Johan era un retraído social, no hablaba con nadie. Era terriblemente distraído, por este conjunto circunstancias ellos estaban tremendamente felices de que su nieto haya hecho un amigo en su primer día. Yo sólo necesité ver eso para comprender mi error y hacerlo mi amigo. ¿fue lástima? En aquel entonces quizás... ver a sus abuelos tan diligentes y pensar en todo lo que había pasado naturalmente ablandó mi corazón e hizo que esta vez fuera diferente para ese niño. Pero después me fijé en su manera de ser, en lo atento que podía resultar y lo genial que era en muchos ámbitos. Poco a poco fue soltándose y agradándole a los de su alrededor, fue precioso ver como mi pequeño cachorro se convertía en un joven capaz.

Ahora veía la casa con nostalgia, Johan jamás supo de mi visita. Aunque se disculpó por días, nunca se quedaba a esperar una respuesta, así que literalmente un día tuve que enfrentarlo sin darle la oportunidad de huir.

Siempre huyendo de tus problemas, cachorrito.

El abuelo me ha visto en la calle y ha sonreído desde la ventana haciéndome señas para que entre a la casa. He pedido saber donde está Joha y me han dicho que pase a su habitación, como perro por su casa, he subido abriendo la puerta sin descaro.

-Hola.







-La mitad de su belleza era su extraña manera de pensar

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