Un día lluvioso, Mariette se encontraba en una cafetería cuando vió a un chico llorando en medio de la lluvia.
Sus ojos se encontraron, y esos profundos ojos azules la acompañaron por días en sus sueños.
Pero ¿Quién era el misterioso chico?
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Realmente estoy sonriendo como tonta, es interesante saber mas y mas de Noha pero es incluso mejor poder ayudarlo, sé que él no quiere mi ayuda y aunque me duele, lo entiendo sé que no ha sido fácil todo lo que ha vivido. En la noche no puedo dormir por la impaciencia, mañana será un día que espero que esta familia disfrute. Es de mañana y alguien toca mi puerta.
-hola ¿podemos hablar? – me he quedado de piedra pues el papá de Noha está fuera de mi temporal habitación con cara incomoda y fingida cara de seriedad.
Digo fingida pues se lo ve mas que serio, nervioso.
-oh, claro señor.
-sígame jovencita.
Aunque no puedo evitar sentirme nerviosa intento al igual que èl fingir lo mejor posible. Llegamos a ese balcón donde Noha me gritó todo lo que le dolía e inconscientemente sonrío. Son parecidos.
-¿sabes que eres parecida a mi hija fallecida? Tenia tanto tiempo sin ver a mi esposa sonreír tanto.
-le agradezco el cumplido
-no es un cumplido, jovencita. Es una advertencia, esta familia y especialmente mi hijo. Todo esto no es lo que buscas.
-¿Por qué?- la pregunta me ha salido involuntaria y él ha quedado sorprendido.
-La última jovencita que lleno de risas esta casa esta muerta. -dijo sonriendo melancólicamente.
-¿Qué le hace pensar que pasará lo mismo? Noha no tiene nada que ver con lo que pasó con Cyan, él amaba a su hermana.
-¿crees que no lo sé? Conozco a mi hijo.
-entonces ¿Por qué culparlo?
Su mirada se ha suavizado y se ve culpable.
-realmente no tengo el mejor temperamento y sé que he herido a mi hijo. Pero mi Cyan... realmente pienso que deberias alejarte de nosotros, no creo que sea culpa de mi hijo realmente es culpa de todos nosotros, si las cosas hubieran sido diferentes, talvez ella...
-pero no lo son, ella esta muerta- he dicho interrumpiendo la letanía que al parecer padre e hijo han llevado por estos meses.- las cosas pasaron y dolieron mucho, pero tiene un hijo vivo, que muere por la culpa a cada paso que da. Y usted en vez de apoyarlo vive culpándose y culpandolo. Tiene una esposa hermosa y tiene un hijo que todavía están vivos. ¿cree que Cyan hubiese querido esto?
-Realmente me recuerdas a ella, eso suena algo como lo que ella hubiera dicho. Mañana será un día interesante. Intentaré cambiar por mi familia. No esperes que mañana amanezca como un padre y esposo amoroso.
-eso sería estar fingiendo, señor- dije sonriendo mientras una pequeña sonrisa aparecía en los labios del padre de Noha.
-eres tan hermosa como tu madre. ¿cómo esta ella?- mi semblante esperanzado fue remplazado por uno nostálgico, creo que a de ver entendido mi expresión.- oh Dios, lo siento ¿Qué le pasó?
-Enfermó, fue repentino. Casi no tengo recuerdos sobre ella pero era alguien cálida, mi padre sufrió mucho pero fue realmente fuerte por nosotras.
-Ese idiota llorón se convirtió en un mejor hombre que yo después de todo. Debería ir a verlo un día de estos.
-Mi padre estaría encantado en volver a verlo- dije recuperando mi energía- cuando fue Noha mi padre habló muy bien de usted y parecía nostálgico.
-Somos buenos amigos después de todo, aunque creo que si podemos cumplir nuestra promesa. – me dijo de manera picara- ¿les mencionó algo?
Mi cara esta roja, espero que no sea lo que estoy imaginando. Hace unos años mi padre siempre mencionaba a cierto amigo y una rara promesa.
-no se de lo que habla.- dije fingiendo inocencia.
Y así hablamos un poco mas de mi padre y sus dojos. Ahora sé que mi padre y el de Noha fueron amigos inseparables y que ambos cumplieron sus sueños de abrir su propia academia de artes marciales. Ambas aún vigentes y enseñaron a sus hijos bien. Estamos de regreso a la puerta de mi temporal habitación.
-Espero que mañana sea un buen día- digo alegre.
-cuando entres habrá una caja en tu cama, abrela, es un regalo para ti. Usalo mañana.
Dijo eso y se fue. Es un vestido de verano. Bastante bonito y simple, rosa.
A la mañana siguiente lo uso, hago dos trenzas pegadas a mi craneo de lado y me pongo zapatillas. Cuando voy a la cocina, ya está todo listo.
-no debió hacer todo esto sola- dije a la madre de Noha- buenos días.
Ella ha girado y me ha visto de pies a cabeza. Su sonrisa es extraña.
-¿hablaste con mi esposo ayer?
-¿Cómo lo sabe?- dije sorprendida.
-intuición- ha dicho de manera sospechosa.
El señor ha bajado vestido de manera casual. Casi al mismo tiempo ha bajado Noha, se han quedado mirando ¡llevan los mismos zapatos deportivos!
-Creo que sigues teniendo el mismo gusto de tu padre, siempre pasado de moda.- dijo su madre con fingida cara afligida.
-¡estoy a la moda!- han dicho ambos y yo me he reído con ganas. Noha se ha fijado en mi presencia me ha visto detenidamente y se ha lanzado hacia mi, me toma del brazo algo fuerte.
- Quítate eso, ¡ahora!
-Basta- ha dicho su padre de manera imponente.- Yo se lo he dado. Deja tus niñerias. Mariette te ves muy hermosa hoy. ¿Cuándo nos vamos?
-pero ese vestido...- ha dicho con cara de incredulidad.
-Callate y suéltala, que la estas lastimando.
En ese momento me he dado cuenta que Noha estuvo apretando su agarre y mi piel está enrojecida, cuando él se da cuenta de lo mismo, me suelta y mi piel pica un poco, me mira el brazo y lo escondo como puedo.
-Bueno, bueno... Vamos- ha dicho su madre con actitud positiva, que me ha contagiado al instante.
-Si, ¡vamos!
-La oscuridad me atrapa.
-la mañana llegará una vez más, porque ninguna oscuridad, ni ninguna estación, puede durar para siempre
