Capítulo 28

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Louis en ese momento no lo estaba pensando demasiado, no tenía tiempo de siquiera detenerse a analisar que literalmente había ignorado al alfa que en algun punto de su vida habia estado en una situación similar a la que ahora estaba con su alfa.

Y nadie puede culparlo, sobre de él estaba el alfa más lindo y sexy de todos moviendo las caderas de una manera que lograban hacer fricción sus miembros y su entrada comenzaba a lubricar, soltando ese olor que lograba encender al ojimiel.

Ese olor que lo atraía de una manera malditamente insana y que lograba hacerlo enloquecer de una manera dolorosamente hermosa, ya qué apesar de que sus instintos le pedian a gritos marcar al pequeño omega de cuerpo curvilíneo y cabello suave, no podía, todavía no. Él lo prometió y no pensaba arruinarlo.

Amaba a Louis más que ha nada en el mundo y no pensaba tirar a la basura tantos meses trabajando arduamente para poder obtener la confianza del omega de la noche a la mañana por algo tan normal y casual como lo es el sexo.

Él comprende que Louis no está listo. Lo comprende y lo acepta porque sabe lo duro que fue todo el proceso. El respeta tanto a su bebé que acepta cada condición y cada paso tan torturosamente lento que va dando con respecto a ir liberando poco a poco cada mala experiencia del pasado. Porque Zayn sabe que amar a Louis es lo mismo que enamorarte del sol; es poco sano pero al mismo tiempo es la sensación más grátificante y real que puedes experimentar. Oh es como enamorarte de una mariposa; sabes que al reenacer y convertirse en una alma libre, tienes que esperar pacientemente a que experimente y confíe en todo lo que la rodea y, cuando lo hayas logrado, sabes que tienes que comportarte a la altura de ese pequeño rayito de sol si no quieres que en un movimiento indecesado termines por asustarla y así termine por irse de tu vida, porque al irse es una idá sin retorno, porque la mariposa necesita estabilidad y necesita amor para poder sanar y confiar.

Zayn era quien estaba dispuesto a ponerse lentes de sol y mucho bloqueador con tal de poder ver y sentir a su sol.

Zayn era quién deseaba darle ese amor y confianza a la mariposa y esperar pacientemente por esta.

Ambos recostados ahí en la cama entregandose uno al otro, estaban creando algo más que una unión. Algo más que la confianza o que la paciencia para esperarse mutuamente.

Ambos estaban creando un amor irreal, un amor que muchas veces se cree extintó por la cálidad de humanos que existen hoy en día, sin embargo esos dos tuvieron la súerte que muy pocas personas tienen de encontrar al amor de su vida después de haberse permitido el amar una vez más.

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El ojimiel se encontraba acariciando delicada y sútilmente los hoyuelos en la espalda baja del pequeño castaño que se mantenía abrazado al torso de su alfa, mientras se concentraba en oír los latidos del corazón del mayor. Ambos sumergidos en un silencio cómodo donde no hacia falta hablar para saber que estaban ahí y estaban bien.

Unos suaves sollozos y un gritó chillón hizo que ambos suspiraran al escuchar al bebé comenzar a llorar a través del pasillo que daba justo a lado de su habitación.

"Te toca" murmuró con voz gruesa el alfa sin dejar de acariciar los hoyuelos de su omega, sonriendo inconsiente al ver como el bonito anillo que su omega le habia dado brillaba cada vez que la luz pegaba sobre el haciéndolo relucir.

"Me toco ayer por la noche, además me duele el trasero" se quejo dejando un beso por encima del corazón de su alfa.

Zayn rió besando su frente antes de dejar recostado al omega sobre su lado de la cama para emprender su viaje hasta la habitación color amarillo de su pequeño cachorro, con cuidado lo tomo en brazos arrullandolo un poco en el camino de vuelta a su habitación.

T H E N | Larry Where stories live. Discover now