Un refresco.

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Noah's POV:

Me sentí muy apenado por lo que____ pensó que ocurrió, así que la invité a tomar un refresco, ya sé, ya sé. Suena estúpido, ¿ Por qué no un helado? , Bueno, fue lo único que pasó por mi mente.

Me emocioné al ver que ella acepto con una bonita sonrisa en su rostro.

La tomé de la muñeca y la llevé conmigo.

Caminamos un par de cuadras y el frío se hacía notar con cada vez más fuerza.
Noté que _______ se estremecía con su shorts deportivo y su delgado suéter.

-Ten- le di mi polera -

Ella me miró indecisa unos instantes.

- La aceptaré solo por qué enserio muero de frío- rió un poco nerviosa-

Cómo mencioné antes, ella era una chica de baja estatura, al ponerse mi polera se veía muy tierna, le quedaba por sobre  sus  rodillas descubiertas, cómo un vestido, su melena alocada y su rubor natural me hicieron tragar saliva.
Fue cuando sus ojos se encontraron con los míos que sentí sudar mis manos y el calor subir a mi rostro en forma de sonrojo.

Ella me miró por unos segundos en un silencio de lo más hermoso posible.

Sus ojos se clavaron en mí con más fuerza y me paralicé , no tenía control de mis palabras, se escabuyeron  cómo ratones en un rincón de mi garganta.

-¿ Nos vamos? - soltó por fin haciendo un movimiento con el mentón-

- Si , claro

Continuamos nuestro recorrido hasta llegar a un pequeño mini súper dónde compré un par de refrescos.

Seguimos caminando, estaba seguro de lo que hacía, caminábamos por la calle que llevaba directo a una feria que se ponía en estas fechas desde que yo era un niño.

Entramos y jugamos por un buen rato, nos intercambiamos alguna que otra broma y las risas... Las risas nunca faltaron.

Ya era un poco tarde, me ofrecí llevarla a casa, le pedí al asistente de mamá que me dejara el coche cerca de donde estábamos para no tener que irnos a pie a estas horas.

Platicamos un poco de camino a su casa, le pregunté sobre su escuela y sí estaba cómoda. Ella respondió que sí y llegamos a su casa.

-Es aquí.- dijo incorporándose para quitarse el cinturón de seguridad- Gracias Noah- dijo con su encantadora y tierna sonrisa y salió del auto-

Caminaba hacía el marco de la puerta y recordé que no tenía su teléfono.

- ¡Nena! ¡No tengo tu número! - le grité desde el auto con la mano en el volante-

-¡Revisa tus bolsillos! - dijo sin voltear mientras se acercaba al picaporte-

Urgé en el interior de mi pantalón y me encontré con la tapa rosca del refresco y dentro un par de números.

Reí por la originalidad y ella lo hizo también desde el marco de su puerta abierta.

- Nos vemos Schnapp - dijo cerrando la puerta -

Le sonreí y tomé el volante nuevamente y arranqué para dirigirme a casa.

90 días junto a ti  [Noah Schnapp Y Tú]Where stories live. Discover now