Pequeño error

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________'s POV:

Mi día en el Instituto había terminado, me dirigí a mi casa a cambiarme rapidísimo, pues ya iba tarde a mi trabajo.

Me puse un short deportivo y una blusa holgada de mi banda favorita. Me amarré el cabello en un moño alto y salí a coger el autobús hacia la casa de Harry, el productor.

-¡Hola! - saludé al ver al productor abriendo la puerta 3 pasos antes de que yo tocará el timbre.

-Hola ____ -

-¿Vengo muy tarde?

-No, de hecho Noah todavía no llega.

-Perfecto, me da tiempo de prepararme. Gracias- Dije después de qué el me indicará que pasará con un movimiento de mentón.

- ¡Hola _____!- me saludó la señora KingWell con su pequeño hijo en brazos-

- ¿Que tal señora KingWell? - salude de regreso calidamente-

-Dime Janice

- Será un honor. - dije poniendo el pie al inicio de la escalera para comenzar a bajar-

Antes de hacerlo, la hermanita pequeña de Dylan, Nina me tomó por la pierna mirándome tiernamente.

- Hola pequeña. ¿Cómo te llamas?
-Nina- dijo sin soltar mi pierna.-
-Hola Nina.
-Noah ya llegó, esta abajo.

-¡Nina! - gritaron todos al unísono-

-Se supone que ella no tenía que saberlo- dijo Janice caminando hacia mi -

¿Por qué no tenía que saberlo?

- ¿Así que no tenía que saberlo?- dije confundida- ¿Todo esto es plan de Noah?

-¡Si! - soltó nuevamente Nina

-¡Nina!- Janice le dio un leve golpe en el brazo

Reí nerviosa

-¿ Saben que se trama? - dije aparentemente despreocupada-

- Eso sí no lo sabemos

- ¿Ok? Gracias - sonreí y bajé las escaleras-

Mientras bajaba, ideé un plan en mi cabeza, me haría la que no sabe nada, y así sabría lo que Noah se traía entre manos y lo asustaría en la movida.

Al bajar las escaleras miré hacia mi izquierda, había un viejo armario de madera con algunos disfraces y ropa añeja, la puerta estaba entre abierta y la mochila de Noah justo a un lado. No tenía que ser Sherlock para descubrir su escondite.

Prendí mi grabadora y extendí mi colchoneta en el suelo, me senté cómodamente a hacer mi calentamiento como normalmente lo hacía.

Pude oir a Noah acomodandose dentro del angosto espacio.

Hice un par de estiramientos y me levanté para golpear "accidentalmente" mi grabadora.

Sonaba una pista bastante sexy, no era el plan, pero le dio un tono más macabro a mi plan.

Me incorporé sobre la colchoneta y pretendí hacer movimientos exóticos, sabía que en el ángulo en el que él estaba no podría verlos, así que quedaba todo a la imaginación. Pues en realidad no hice nada de eso.

Dejé la música correr unos segundos más y abrí la puerta del armario de forma brusca.

-H-hola - dijo bastante nervioso-
- ¿Tu plan era espiarme? - dije ya en un tono serio-
-N-no - dijo ruborizado-
- ¡Eres un cerdo!-

Estaba furiosa y me sentí ofendida, supongo que no era un error subestimar a Noah.

-¡Te juro que esa no era mi intención!- soltó ya sin tartamudear-

- ¿Esperas que me lo crea?

-Por favor

Parecía sincera su disculpa y ne hizo dudar durante unos segundos. Pero si algo he aprendido es a no confiar tan pronto en las personas. Menos en hombres.

Recordé qué había firmado un contrato y no podía renunciar por esto, al menos no en el segundo día. Así que continúe con mi clase normal, sólo que esta vez era mas fría con mi alumno.

Llegó el final, había acabado la clase.

- Bien hecho Noah, ya te puedes ir.
Dije seca.

-Gracias...- dijo desanimado y se fue-

Comencé a guardar mis cosas en mi mochila, mi teléfono, mis libretos.

En mi torpeza una pluma se me cayó y rodó al armario dónde Noah se escondió.

Fui a por él agachandome. Noté algo entre el obscuro armario, un bulto entre el montón de ropa. Justo dónde Noah se había sentado. La curiosidad me invadió y levanté el montón de ropa.

Era una rosa y una caja de chocolates.

Se me cayó el mundo.

Me di cuenta qué había jusgado muy mal a Noah y no lo dejé explicar.

Corrí escaleras arriba con la esperanza de encontrarlo y pedirle una disculpa.

Pero el se adelantó.

- ______... - pronunció frente a mí con dulzura y yo me quedé sin habla.-

- Se qué lo que hice no estuvo bien- concluyó su oración-

- Noah...-

-¿Me dejas enmendarlo? - me interrumpió con la gracia de un niño chiquillo-

Nuevamente me quedé sin habla.

- Te invito un refresco-

Reí dulcemente.

-Por favor acepta- sonrió persuasivo-

Sentí que le debía una oportunidad, el no hizo nada malo y yo no lo dejé explicarlo. Aunque ya era un poco tarde le acepté ciegamente.

- ¡Gracias! , vamos- me tomó dulcemente de la muñeca-

Nos despedimos de la familia del productor y salimos hacia el mundo tomados del hombro.

Una voz me susurraba qué yo no podía pedir más

90 días junto a ti  [Noah Schnapp Y Tú]Where stories live. Discover now