90 días junto a ti [Noah Schnapp Y Tú]

Debí decírtelo.

Me quedé en NY una semana más con Noah, conocí a su familia y me lleve muy bien con ellos.

Fue una semana hermosa.
Exceptuando la terrible madrugada del último día.

Noah y yo nos quedamos despiertos casi toda la noche viendo películas, por ende me quedé dormida sin darme cuenta.

Noah estaba apagando la televisión para irse a dormir. Fue a la cocina para lavar un par de platos y me colocó una frazada por el frío que estaba haciendo.

Mi teléfono sonó desesperado un par de veces. Nunca había estado tan asustada por aquel sonido. No sabía si era el volumen, el impacto que me causaba al yo estar dormida o la noticia que estaría por recibir....

- ¿Hola? - contesté y ya tenía mi corazón en la garganta-

- Corazón...- escuché la voz de mi tía del otro lado de la línea, que se quebraba y tambaleaba -

- ¿Qué pasa? - me levanté de golpe -

- Quiero que estés calmada, siéntate y respira... - intentaba decirme pero mi preocupación aumentaba por cada palabra-

- Ya sueltalo, me estás preocupando...-

El teléfono calló por unos segundos, que se me hicieron eternos.

- Tu tío tuvo un accidente....- soltó de golpe y se me heló la sangre- Esta muy grave....- dijo y se le hizo un hilo en la voz -

- P-pero....-

- Necesito que vengas lo antes posible... - dijo en un tono mas serio-

- S-si veré si hay vuelos ahora mismo, ya ya ya mismo me voy- colgué con euforia y me levanté corriendo buscando una chaqueta-

- ¿Qué pasa? - Noah salió de la cocina y me tomó entre sus brazos impidiendome el paso-

- ¡Noah me tengo que ir ! - berrie con un nudo en mi garganta y estómago-

- ¡¿______ a dónde!? ¡Son las 4 de la mañana! -

No ponía atención, tenía un nudo en el estómago, un hilo en la voz y euforia. Quería salir corriendo, no estaba pensando.

Noah me cargó y colocó en el sillón mientras yo pataleaba y me quedaba sin aire de nuevo.

- ______, mirame - ordenó poniendo sus manos en mis mejillas obligandome a verlo- mirame por favor- suplicaba mientras yo intentaba regular mi respiración- Necesito que me digas que pasa-

- Mi...mi - no podía hablar, hacía mi mayor esfuerzo pero no podía- Tuvo un accidente- mi respiración se reguló de nuevo y comencé a llorar fuerte-

- ¿¡Quien?! - Noah me abrazó pero yo intentaba soltarme-

- Mi tío, Noah. Es mi tío, tengo que verlo- dije y Noah tomó su chaqueta-

-¿Estas segura? -

Yo asentí

- Esta bien.... - dijo abrazandome contra su pecho- vámonos - me puso su chaqueta y salimos hacia el aeropuerto.

Fue un largo largo viaje. El más largo que jamás he tenido.

Las horas parecían días, creí que nunca llegaría.

Por desgracia nunca llegué.

Corrí por el hospital, subía y bajaba escaleras, tratando de encontrar el piso y la habitación. En un principio Noah estaba detrás de mí, pero después unos policías lo atraparon a mitad de un pasillo. Yo seguí corriendo, pasillos eternos hasta llegar a la habitación.

Estaba por abrir la puerta cuando una enfermera salió.

Yo entré y lo ví.
En aquella inmensidad de la habitación, en el fondo estaba recostado en una camilla, con un collarín y un montón de vendajes.

Ví a mi tía a su lado, llorando desconsoladamente.
Fue entonces cuando lo supe.

No se dijo una sola palabra...

Yo la miré fijamente y ella asintió con la cabeza.

No podía creerlo.

Sentía todo el peso del mundo, derribandome en la habitación. Haciéndome resbalar por la pared y terminar en el piso.

Lloré.

Lloré como un bebé.

Grité como nunca había gritado en toda mi vida.

Me sentía sola. Como cuando mi madre se fue.
Me sentí vulnerable.
Sentía que el mundo me había dado la espalda, dejándome sola sangrando nuevamente sin ninguna persona que pudiera protegerme.

Era de nuevo la pequeña niña que no veía la luz en aquella casa a obscuras.

De un momento a otro, llegaron los médicos y las enfermeras para llevarse a mi tío.

No supe de dónde saqué la fuerza para levantarme de un solo brinco e impedir que se lo llevaran.

Después de luchar por unos minutos no tuve otra opción que rendirme.