《Capítulo 2》

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Donald estaba sentado en la orilla de la cama de una de las habitaciones de la mansión, viendo al pájaro que ocupaba esa cama

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Donald estaba sentado en la orilla de la cama de una de las habitaciones de la mansión, viendo al pájaro que ocupaba esa cama. Después de que José llegara a la mansión sin previo aviso y muy débil, él le llevó hasta una habitación, intentando ignorar las preguntas de sus sobrinos.

Todavía no podía creer lo que acababa de suceder, hace 11 años que no había visto a su amigo, claro que después de mudarse a Duckburg con su hermana y su tío los tres mantuvieron el contacto, él les contaba todas sus aventuras y ellos las escuchaban fascinados, nunca perdían la oportunidad de expresar su admiración ante el pato, diciendo que es "muy macho" y valiente, pero dejaron de hablarse hace casi 3 años. Donald no puede evitar sonreír, en verdad los extrañaba, durante todos estos años esperaba volver a verlos, pero no en esta situación.

No ha tenido la oportunidad de hablar con José desde que llegó hace 2 horas, ha estado durmiendo desde entonces, pero por lo poco que le dijo a la Sra. Beakley, al parecer él ha vuelto, Felldrake ha regresado para acabar con ellos. No entiende cómo es eso posible, ellos le habían ganado, pensaron que después de que Sheldgoose rompiera el bastón él ya no podría regresar. Pero ahora tiene a su amigo acostado en una cama gracias a ese ganso, y está ansioso que despierte para que le explique todo lo que sucedió.

Donald escucha a alguien tocar la puerta desde afuera, cuando entró con José cerró la puerta con pestillo, para que nadie más entrará y así no estuvieran sobrecargándolo con preguntas.

- ¡Donald, has estado allí dos horas! ¡¿Cuándo nos vas a explicar que diablos ocurre?! - Era su tío Scrooge, hace rato había llegado a la mansión para encontrarse con sus sobrinos diciéndole que alguien extraño había llegado a la casa y que Donald se había encerrado con él, con la excusa de que "les explicará luego", pero él quería respuestas ahora.

El marinero no se molesta en responder, era la cuarta vez que su tío intentaba sacarle alguna respuesta y ya se estaba empezando a molestar también ¡Él tampoco sabe qué sucedió! ¡También está ansioso por respuestas! Pero sabe que no puede hacer más nada que esperar, José fue desde New Quackmore hasta Duckburg estando herido, y probablemente utilizó su magia para llegar hasta ahí rápido, era obvio que iba a estar muy agotado, pero todos sabemos que el pato no tiene mucha paciencia y ya está a punto de buscar agua helada y bañarlo con ella.

Cuando estaba considerando hacer eso, escucha unos pequeños quejidos de parte del loro, voltea rápidamente a verlo y nota que al fin se está despertando.

- José - Donald se acerca más a él para ayudarlo a sentarse. José parecía desorientado, al abrir los ojos empezó a ver la habitación donde estaba, intentando recordar cómo llego allí, hasta que su mirada cae en el pato y todos sus recuerdos golpean su mente.

- ¡Donald! - el brasileño se lanza a su amigo y lo atrapa en un fuerte abrazo, tomando por sorpresa al pato quien no esperaba el abrazo tan pronto.

- José, are you okay? ¿Cómo te sientes? - le pregunta preocupado después de haberse separado un poco para poder verle a la cara.

- Estou bem, Donal'. Solo estaba agotado, a pesar de estar al lado, New Quackmore no está tan cerca de Duckburg - responde José, para después volver a echarle un vistazo a la habitación donde se encontraban, notó que era una muy grande y refinada, así que pudo confirmar que estaba en la mansión del tío de Donald.

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