Viviendo En Un Internado [Secuela De VCMH] [Editando]

39. ¿Cómo puedes seguir conmigo?

Último capítulo

POV Sam

Ya han pasado un mes desde que Chase despertó.

No puedo mentir diciendo que no fue difícil. Oh, sí que lo fue.

Cuando entré a la habitación de Chase la primera vez que estuvo despierto, casi no pude decir una palabra. Al entrar y verlo ahí acostado, mirándome con una sonrisa, diciendo mi nombre pero pensando que no soy su novia... Solo fue mucho para mi.

Obviamente sé que antes de ser su novia teníamos algo muy fuerte entre los dos, sé que ahora mismo él me quiere ya como si fuera una. Pero es diferente, el no lo sabe.

-S-sa...- Habla con voz rasposa tratando de decir mi nombre, pero yo me acerco a su cama sonriendole y niego con la cebeza.

-No hables... Solo estoy contenta con verte y saber que estas mejor.- Le digo, tratando de aguantar mis lágrimas.

Solo con pensar que Chase casi no estaría aquí, conmigo, nunca más, hace que me duela el corazón.

-¿Cómo están los chicos?- Es una frase que le cuesta mucho decir, costandole creo que minutos decirla.

-Están todos muy bien, preocupándose por ti.- Le sonrío.

Sabía que no iba a poder hablar normalmente con él en mucho tiempo y que tendría que tener paciencia. Pero ahora mismo, estoy conforme con ver sus ojos abiertos. Mirándome.

Me acerqué más hasta que mi cadera tocó su cama. Él no paraba de mirarme y sonreírme, eso causaba que yo tampoco dejara de hacerlo.

Aunque lo que me acaba de decir la doctora hace un momento me entristeció mucho y cambió mi humor, ver a Chase así, provoca que olvide todo. Provoca que este feliz de nuevo. ¡Está vivo y despierto! Tengo que pensar en eso.

Alcé mi mano para tocar su cara, la cual está un poco dañada, con moretones y parches, pero sigue igual de hermosa. Cuando mi tacto tocó su cara, Chase cerró los ojos, disfrutando de mi toque.

Nos quedamos así por varios segundo, tal vez minutos, hasta que abrió los ojos y nos miramos fijamente a los ojos.

Tragué y desvíe la mirada. Oh, cuantas ganas tengo de besarlo.

Cuando lo miré de nuevo, me miraba extrañado.

Esa visita fue corta. Pero con sólo verlo estuve muy feliz. Le conté algunas cosas sobre los chicos y que había pasado mientras no estaba. No sé si entendía todo, pero notaba que estaba feliz, aunque también cansado.

Ahora estoy en la habitación de Chase a solas con él. Ya lo dieron de alta hace pocos días e igualmente en su casa tiene todo lo necesario para controlar que esté todo bien. También, a avanzado mucho en su habla y apenas comete errores, pero aún así su memoria no vuelve del todo. Ha tenido todos los días terapia para volver a caminar, aunque aun no logra pararse por si mismo, pero todos le tenemos mucha fe. La doctora ha dicho que ha avanzado muy rápido.

-Sam.- Me llama la madre de Chase desde la puerta de su habitación.- Ven un poco.

Me levanto y me acerco a ella. -¿Sí?

-Me tengo que ir de urgencias al trabajo. Jess no está, pero Luke no tarda en llegar, ¿podrás sola?- Asiento rápidamente.- Cualquier cosa que necesites, llámame.

-Claro.

-Muchas gracias.- Me sonríe y se acerca a Chase para despedirse y darle un beso en la mejilla.