Viviendo En Un Internado [Secuela De VCMH] [Editando]

29. Lo quiero todo

POV Brooke

-Puedes dormir conmigo...

-No tengo ningún problema en dormir en el suelo, pero si no te molesta...

-Si a ti no te molesta...

Bien. Estamos en una situación incómoda. De hecho, la palabra incomoda se queda corta.

Nate y yo estamos en mi habitación sentados en los pies de mi cama, hablando de cómo vamos a dormir.

Suena raro hasta en mi cabeza.

Tratando de distraer mi mente, pensé en lo fácil que es dormir en otra habitación que no sea la tuya en este internado. Es decir, simplemente tienes que ir a otra habitación antes de la hora que se te permite estar afuera, quedarte ahí hasta el día siguiente y ya está. Puedes dormir con tus amigas o con cualquier chico. Varias preguntas llegan a mi cabeza, como:

¿Por qué con las chicas no hacemos eso? ¿Cuántas personas en el internado harán eso? ¿Varios chicos y chicas ya han hecho eso?

-¿Quieres ver una película? Aún es temprano.- Habla Nate tratando de aligerar el ambiente y sacándome de mis pensamientos.

Tiene razón, apenas son las ocho de la tarde. Pero eso no es lo que exactamente pienso luego de escuchar lo que dice.

-Nate...- Digo tratando de no reír.- No sé si lo notaste pero... No tengo un televisor.

Al ver su cara de desconcierto - y como busca con la mirada en toda la habitación un televisor- no puedo evitar soltar una carcajada y caer de espaldas en mi cama, sin dejar de reír.

Al dejar de reír -luego de varios segundos o minutos-, levanto mi cabeza y veo que me está mirando con una ceja alzada. Luego se acuesta a mi lado, sin dejar de mirarme.

-Vale, no lo note. Que chistoso.

-Es muy chistoso.- Le sonrío. Lo del televisor demuestra que está nervioso y busca cualquier tema de conversación. Que ternura.

Nate rueda los ojos y apoya su codo en la cama, sosteniendo el peso de su cabeza.

-Entonces, ¿Qué quieres hacer?- Dice mirándome .

¿Es normal que con esa pregunta me imagine cosas sólo aptas para adultos? Porque es en lo único que pienso ahora.

Nos quedamos mirándonos y a Nate se le cambia la cara. Creo que captó el doble sentido de su pregunta. Eso causa que me ruborice.

No sé por cuanto tiempo nos miramos, solo sé que estamos más cerca que antes, provocando que nuestras piernas se toquen.

Veo como su otra mano -la que no está apoyando su cabeza- se acerca a la línea entre mi blusa y mis pantalones, donde se ve un pedazo de mi piel.

Al llegar ahí y tocar mi piel, siento como su contacto me quema, además de sentir miles de escalofríos viajar por mi cuerpo.

Como cuando ves el trailer de The Avengers: Infinity War. Aunque ya lo hayas visto cientos de veces.

No es momento de fangirlear, Brooke. Me digo a mi misma. Bueno, pero ¡Es cierto! Se me pone la piel de gallina cada vez que veo el trailer.

Concentrándome nuevamente en Nate, su mano avanza por la línea de piel descubierta cerca de mi cadera. Mi respiración se corta. No puedo dejar de mirar como su mano avanza lentamente, sin apuro alguno.

Finalmente, consigo apartar mi mirada, subiéndola para poder ver a Nate.

No debí hacer eso.

Su mirada expresa algo que no logro entender, pero que de alguna manera, enciende todo mi cuerpo. Sus ojos están fijos en su mano, la cual hace pequeñas caricias sin subir ni bajar, solo avanza hacia los lados, lo que hace todo más excitante. Pero solo algo logra captar mi atención.