XIX.

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Resumen: Inspirada en la canción Everything Has Changed de Taylor Swift y Ed Sheeran, por petición de joshiferhardcore: con lo de Fergus, esa es una situación que ves toda tu vida en un minuto. Y en la vida de Beca hay mucho de Chloe.

Rating: K

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Come back and tell me why

I'm feeling like I've missed you all this time

Es curioso cuánto puede cambiar en un segundo.

Un segundo de más en tu reacción y no pisas el freno del coche a tiempo para pararlo. Un segundo de más en salir del trabajo y no coincides en el vagón del metro con la persona con la que habrías pasado el resto de tu vida. Un segundo de más al moverte y no habrías acabado con la camiseta chorreando café recién hecho.

En eso está pensando Beca mientras cuenta en su cabeza.

Intenta mantener la calma por el bien de sus Bellas, porque sabe que hay ocho pares de ojos fijos en ella y preparados para entrar en pánico absoluto en el instante en que detecten una pizca de duda.

Su cuerpo se mueve en unos pasos de baile que tiene grabados en su memoria muscular después de incontables e interminables ensayos con Aubrey y Chloe. Su boca se mueve para formar la letra de Toxic con la facilidad que proporciona que fuera un hit en su adolescencia.

Pero su mente nunca deja de contar.

Un segundo de más y Fergus puede darse cuenta de que hay algo raro en su actuación improvisada. Un segundo de más y es fácil que no les dé tiempo a salir del barco antes de que Amy la Gorda lo haga explotar en pedacitos.

Un segundo de menos y dejan de cubrir el caos que la australiana está causando bajo la cubierta. Un segundo de menos y quizá Amy no tenga tiempo a reducir a todos los guardias antes de que Fergus se dé cuenta de su táctica de despiste y decida acabar con sus jueguecitos.

Al final de un giro, su mirada tropieza con la de Chloe. Es apenas un instante, un segundo, como mucho dos, porque no pueden arriesgarse a hacerlo más largo y resultar sospechosas. Sin embargo, en ese instante, Chloe es capaz de transmitirle mucho.

En su azul bebé hay miedo. Inquietud. Preocupación. Confusión. Pero, por encima de todo, hay confianza.

La pelirroja asiente de forma casi imperceptible, de forma que nadie que no esté mirando fijamente pudiera detectar. Y con solo ese asentimiento le dice: tranquila, vas bien, vamos a estar bien. Con solo ese asentimiento confía su vida y las de las Bellas en el juicio de Beca.

Lo cual es, por un lado, abrumador. Al fin y al cabo, Beca es solo humana y puede equivocarse fácilmente, sobre todo si se tiene en cuenta que esta no es una situación en la que se haya encontrado nunca.

Y la diferencia entre el fracaso absoluto y el éxito rotundo es de un segundo.

Es mucha presión.

Pero, al mismo tiempo, que Chloe tenga tanta fe en ella hace que Beca se crezca. Es como un soplo de aire fresco directo a sus pulmones, o el abrazo de una madre que hace que sientas que todo va a ir bien mientras sigas entre sus brazos.

Su pulso se acelera y ralentiza.

El tiempo se acelera y ralentiza.

Fergus, que también está controlando su Rolex dorado, les informa de que quedan cuatro minutos y el pecho de Beca se constriñe. Amy debería estar ya al caer. Y aunque le hizo repetir el plan cincuenta veces en el bote de camino hasta aquí, ahora Beca se siente como siempre que tiene que hacer un examen importante: en blanco.

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