Davis: El de ojos azules

15. En unos años

Ya es diciembre, nuestra amistad se ha hecho más fuerte y ya se quién es Alejandro es tu novio, quién se había ido al extranjero por asuntos de salud, estabas triste porque creías que iba a morir y por ende tu reacción por querer mandar todo al carajo.

Él es de cabello castaño ojos, avellana y muy risueño a pesar de su apariencia de chico narcotraficante y misterioso, en estos meses han sucedido esas y más cosas, te presente a Gerard como un amigo mío, aunque nuestra relación es un poco más estrecha que eso.

Creo que un fin de semana si no lo recuerdo tú y el ingeniero se emborracharon tanto que Alejandro y yo tuvimos que cargarlos, esa noche Gerard se puso caliente y comenzó a hacerme masturbación con sus manos y luego con su boca, yo gemía del placer que él me hizo sentir y pues... El resto es historia, una muy gráfica.

Aun te amo.

A pesar de que tengas novio, me gustas.

Y por eso te he dejado ir, debes ser feliz, y yo no soy quien para impedirlo, si no es conmigo será con otro.

Este es el último folio que te escribiré, muy pronto nos vamos a graduar y nuestra amistad seguirá intacta, o al menos es lo que deseo; tus hermosos safiros y tu dorado cabello, tu sonrisa, tus lágrimas, tu adicción al brandy y al vino todo eso lo amo, y por ello me he rendido, yo no soy para ti, ni tú eres para mí.

Gracias por hacerme sentir aquello que los poetas anhelan y que las mujeres atesoran con locura.

Adiós Davis, soy yo, Jonatan tu amigo y compinche.

Fin.