Siempre era si, no necesitaban verse para entenderse a la perfección. Con los años su familiar se había transformado en su mejor amiga, su confidente, su todo. La amaba con locura, con una devoción que lastimaba. No podía siquiera imaginarse una vida sin ella.

"Es complicado. Jungkookie es como una brisa cálida en invierno, llega a ti cuando menos lo esperas pero cuando quieres volver a disfrutarla, ya se ha ido".

Volvió a suspirar, ésta vez bajando el tono en su voz cuando el vehículo se detuvo a la espera del cambio de color en el semáforo.

"Me gusta estar con él, me siento tranquilo como si perteneciese allí, como si él fuese mi hogar, parte de mi familia, de toda mi vida. ¿Recuerdas qué te confesé que nos habíamos besado?".

Su abuela asintió, recordando como él menor había estado más de media hora intentando contarle a través del teléfono, lo que había sucedido. Una sonrisa apareció en su rostro segundos después, debido a la misma razón.

"Bueno, al principio fue un juego gracioso. Un acto de curiosidad, pero lo hemos continuado y se ha vuelto extraño. Abuela, tengo miedo de ser homosexual, tengo miedo de un día despertar y que me apunten con el dedo por no ser lo que se espera pero... tengo más terror a estar enamorado de Jungkook y perderlo por sentir esto".

Su garganta se apretó y una lagrima descendió hasta su mejilla. Tenía un pena acumulada en su corazón, se sentía solo pese a tener a los chicos.

La distancia con sus abuelos lo mataba, necesita de sus abrazos, ver sus rostros, admirar sus sonrisas como cada mañana. Extrañaba ser un chico normal, lejos de las luces que se iban acumulando con el pasar del tiempo.

"Cariño, amar a alguien nunca será malo ni errado. Ser homosexual tampoco lo es".

Indicó con seguridad la mayor mientras limpiaba sus propias lágrimas tras escuchar a su pequeño. Odiaba tenerlo lejos pero sabía que no podía decírselo porque si lo hacía, Taehyung era capaz de abandonar todos sus sueños por ella y eso, no podía permitírselo.

"Sé que éste país es bastante discriminatorio pero si se quieren, todo es posible. Jungkookie es un chico precioso, jamás le perderás por amarlo".

Continuó la mayor intentando a toda costa que su tono de voz no sonara roto. No quería preocupar a su más grande tesoro, no cuando lo escuchaba tan mal.

"Él no sabe que tengo sentimientos por él, no sabe que me gusta como chico. Aún cree que esto es sólo porque tenemos una confianza de hermanos superior a la que mantenemos con los demás. Si lo llega a saber se avergonzará de mi, nos quebraremos y no nos volveremos a reparar, nunca más"

Su abuela suspiró intentado encontrar las palabras justas para tranquilizar a su nieto.

"Mi vida, Jungkookie no es un chico tonto. Él siente lo mismo por ti, no necesito verlo para saberlo. Si ha continuado con esto es porque tampoco puede frenar su corazón. No sabe como hacerte entender que también le gustas, si no fuese así esto no hubiese pasado del primer beso. Han pasado meses y siguen en lo mismo, deberías hablar con él. Escucharlo, escucharse ambos y continuar. La vida cariño, es prestada. Un día podemos estar y al otro no, por eso es nuestro deber hacerla maravillosa. Tienes un precioso compañero de vida ante tus ojos, no dejes que el miedo te aparte de él".

One day, One year | VKDonde viven las historias. Descúbrelo ahora