Capítulo 2

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Magnus abrió de nuevo su laptop, mirando las fotos de Danna, suspiro, y la cerro.

¡Mierda!

¿Qué se supone que tenía que hacer?

Su mamá siempre encontraba la manera de manipularlo.

Paso las manos por su cara. Aun recordaba la última vez que había hecho lo que su madre quería, había sido rápido y fácil emborrachar a un tipo y hacer que firmara los papeles. Sim embargo, el tipo lo había tocado y aunque Magnus se alejaba discretamente cuanto intentaba besarlo, había alcanzado a besarle el cuello. Magnus había llegado directo a bañarse, se sentía sucio y usado.

Entonces los recuerdos de Ryan tambien lo atormentaban, volvían a él sin ser deseados, sus manos tocándole, las palabras amenazantes…

Dejo de pensar en eso, metiéndose en la cama. No tenía opción, tenía que hacer lo que su mamá decía.




(…)




-Hola. –Magnus le sonrió a la recepcionista. –Hm quisiera saber cuál es el piso donde está el señor Alexander Lightwood.

-¿Tienes cita? –Ella le pregunto sin mirarlo.

-No, pero…

-No puedes pasar sin una cita.

-Vengo a la entrevista del trabajo como niñero, me dijeron que es aquí.

-Lo hubiera dicho antes. –Ella le extendió un gafete –Piso siente.

-Gracias.

-Si, como sea.

Magnus dio media vuelta caminando hasta el elevador, vaya modales.

Cuando llego al piso, casi quiso regresar, no había manera en el mundo de que él se quedara con el trabajo, parecía más como una entrevista de modelaje.

-Hola ¿Puedo ayudar? –Magnus miro a un lado, la chica morena que le sonreía amable.

-Oh, Hola, humm vengo a la entrevista, pero creo que tal vez me equivoque.

-¿Entrevista apara niñero?

-Si.

-Estas en el lugar correcto. –Ella sonrió, sin duda más amable que la recepcionista.

-¡No! –Magnus miro al pasillo, podía reconocer esa pequeña voz enojada. Después Elionor salió del pasillo, y se paró en frente de todas las chicas que estaban ahí, poniendo las manos en su cintura. –No quiero que ni una de ustedes sea mi niñera. –Declaro.

-Elionor, -Alec salió y todas las miradas fueron a él, junto con las sonrisas coquetas, -ya hemos hablado sobre esto.

-Sí, y yo ya dije que no quiero… -Eli se giró, y su mirada cayo en Magnus. -¡Magnus! –Corrió hasta el, aferrándose a su pierna.

-Hola changuito. –Magnus se agacho a su estatura. –Estoy feliz de verte. –Dio un golpecito en su nariz, Eli hizo una mueca y sonrió.

-¡A mi más! –Lo abrazo, Magnus se rio.

-Papi, -Eli miro a Alec. –quiero que Magnus sea mi niñero.

-Karla. –Alec le hablo a su secretaria. -¿puedes llevar a Elionor por un helado? –Saco algo de dinero de su billetera, dándosela.

-Claro. –Karen se acercó a Eli, quien agarro su mano.

-Te traeré uno. –Dijo, Magnus sonrió.

-Eres muy amable, gracias.

Ellas se fueron y Alec miro a Magnus. –Pasa.

-Emm, yo recién llego, ellas están primero.

-Solo entra. –Magnus alzo ambas cejas. –Entra, por favor. –Magnus sonrió.

-Gracias, Señor Lightwood.

Camino por el pasillo, y al entrar a la oficina, lo primero que hizo fue mandarle un mensaje a Catarina.

“Yo como que te odio”

Mensaje que fue contestado rápidamente.

“Bienvenido al club, amor ;)”

-Siéntate, por favor. –Alec dijo al entrar, Magnus camino hasta una de las sillas, Alec se sentó frente a él, el escritorio separándolos. –Así que, ¿vienes por el trabajo?

-Mire, sinceramente, nunca he trabajado como niñero, estudio, y la mayoría de mis clases son línea, solo voy algunas veces cuando se requiere, hmm, solo he cuidado niños de mis vecinas, y no he tenido un trabajo real, probablemente no sea la mejor opción, pero de verdad me gustaría tener el trabajo. –Alec sonrió, recargándose en su silla.

-¿Eres mayor de edad?

-Sí, tengo diecinueve. –Alec enarco una ceja.

-Pareces más joven, no pensé que fueras mayor de edad, si soy honesto.

-¿Cuántos años tiene usted, señor Lightwood?

-Veintiocho. Y que me hables de usted me hace sentir más viejo, así que evitémoslo, y tambien solo dime Alec.

-Alec, bien, no pareces de esa edad, tambien pareces más joven. –Alec se rio.

-Escucha, definitivamente Eli te adora y se ve que tú a ella, eso tendría que ser suficiente para mí. Sin embargo, la cuestión es que es un trabajo de tiempo completo, lo que significa que tendrías que mudarte a nuestra casa. –Se levantó de la silla, para ponerse a un lado de Magnus. –Hay cosas que se deben ver y callar, cosas que no tiene nada que ver con la empresa, pero no son buenas.

“Ver y callar”

Magnus conocía bien esa frase, y supo de inmediato a lo que Alec se refería.

-Solo me dedicara a cuidar a Eli.

-Perfecto, entonces el trabajo es tuyo.

-¿Enserio? –Magnus se levantó.

-En serio.

-¡Muchas gracias! –Se acercó a abrazarlo, pero antes de que Alec reaccionara, Magnus se alejó, sonrojado.

-Perdón, perdón, solo me emocione. –Alec se rio de nuevo.

-No hay problema Magnus.

A Magnus le gustaba la manera en que decía su nombre, parecía, parecia como si se follara su nombre… ¡Mierda! ¡Concéntrate!


-Bienvenido. –Alec esturo su mano hacia él, Magnus la tomo.

Bueno, de algo Magnus estaba seguro, nada saldría bien.

DangerouslyDonde viven las historias. Descúbrelo ahora