Fifty-six: Confusion

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Cincuenta y seis: Confusión.

El regaño de la profesora McGonagall fue mucho peor que el de Hermione, se pasó casi una hora entera diciéndole a Lucy lo tonta y poco sensata que era, la verdad esperaba algo peor. Lucy se disculpó y explicó que se dejó llevar por sus impulsos y que no dejaría que pasara de nuevo.

Era claro que la profesora Umbridge estaba molesta con la chica, no había vez en la que se encontrara con ella por los pasillos y la mirara con odio, Lucy se aguantaba el impulso de decirle todas las palabrotas que su hermana alguna vez le enseñó.

La clase de adivinación no había mejorado, ni siquiera con el profesor nuevo que era el centauro Firenze, el que los sacó del bosque prohibido a ella y a Harry en su primer año, el centauro simplemente se había dedicado a decirle a toda la clase que la adivinación era una rama de la magia muy inexacta y que era muy difícil que los magos hicieran verdaderas predicciones, algo que Lucy ya creía.

Todo se le estaba juntando a la muchacha, los miles de deberes no la dejaban, los exámenes nunca estuvieron tan cerca y Lucy comenzaba a ponerse verdaderamente nerviosa pues la perspectiva de presentar unos exámenes que definirían su futuro no la alegraba mucho.

Sin embargo, Lucy no se rindió con su patronus, todos los días se tomaba un tiempo para practicar el hechizo y había mejorado pues ahora ya lograba que un humo saliera de su varita y ya no terminaba con ganas de llorar.

No fue hasta abril, en una de las clases del ED donde seguían practicando pues muchos, al igual que ella, no lo habían logrado.

Había agotado sus pensamientos felices, Hermione —Que la había perdonado cuando se enteró del regaño que la profesora McGonagall le había dado— le decía algunos de sus recuerdos más felices.

—Ya lo he intentado con todo, ninguno es suficientemente fuerte —suspiró Lucy al ver otra bola de humo desaparecer.

—¿Pensaste en tu familia? —Lucy asintió —, ¿Draco? —volvió a asentir, Hermione pensaba —, ¿Qué tal si pruebas con Harry?

Lucy miró a Hermione, hizo una mueca pero no dijo nada y en su mente instaló todo recuerdo feliz que tenía con el chico, todos los besos, todas las palabras, todas las risas, y dudaba que funcionara pues le entraron ganas de llorar.

—¡Expecto Patronum! —pese a sus grandes ganas de llorar pronunció las palabras con fuerza, y se sorprendió al ver que el humo de su varita se dejaba de ser humo y pasaba a ser una figura plateada.

Un imponente Ave del Trueno apareció en medio del aula, era una figura grande por lo tanto todos en el aula lo miraron en silencio y con asombro, Lucy se quedó perpleja, era precioso, le encantaba. Todos aplaudieron, pues sabían lo mucho que Lucy se había esforzado para formar su patronus.

—¡Hermione lo he hecho! —Lucy dio brinquitos y abrazó a la castaña —, ¡Es hermoso!

Hermione sonreía. Desde ese momento las cosas se pusieron raras, la puerta del aula se abrió y por ella entró Dobby, para comunicarles la terrible noticia de que los habían descubierto. Harry les gritó a todos que huyeran.

Todos salieron corriendo, Harry corría a los lavabos de los chicos en donde podría fingir que estuvo todo el tiempo, pero fue atrapado por Malfoy, algo que lo puso más furioso, enseguida llamó a la profesora Umbridge que sonreía con satisfacción y traía a Lucy agarrada de un brazo que forcejeaba para que la soltara, pero dejó de hacerlo cuando vio que también habían atrapado a Harry.

—Es hora de expulsar a los mal portados del colegio —decía la profesora mientras agarraba a Harry con la otra mano —. Ustedes me acompañarán a la oficina del director. Malfoy, asegúrate de buscar en la biblioteca y en los lavabos.

Living In A Dream [ Harry Potter ]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora