Living In A Dream [ Harry Potter ]

Thirty-nine: Without the jokes of Ron

Treinta y nueve: Sin las bromas de Ron.

El domingo, Lucy y Hermione bajaron al gran comedor juntas, desayunaron tranquilamente, Lucy se acercó a felicitar a Cedric mientras Hermione guardaba algunas tostadas para Harry.

—¡Lo hice! —le dijo Cedric en cuanto la vio acercarse, la recibió con un gran abrazo, Lucy sonrió un poco desganada, rompieron el abrazo—. ¿Pasa algo?

—No, no, no —dijo Lucy, recordó la noche anterior y a Ron molesto por alegrarse por su amigo, Cedric enmarcó una ceja —. Muchas felicidades, lo merecías.

Lucy le sonrió con ganas y le volvió a abrazar.

—Muchas gracias, pelirroja —Cedric revolvió su cabello —. Creo que te esperan.

Hermione estaba en la puerta del gran comedor, Lucy la vio y asintió.

—Lo siento, tengo que arreglar unas cosas —dijo Lucy, abrazó por última vez a Cedric para irse con su mejor amiga.

Ambas subieron a la torre de Gryffindor y al entrar a la sala común se encontraron a Harry saliendo de ella.

—Hola Harry —saludaron ambas, el chico sonrió.

—Te hemos traído unas tostadas —dijo Hermione.

—¿Quieres dar un paseo? —Aquella idea pareció animar al chico, porque asintió enérgicamente.

Los tres caminaron hacia el lago negro, Lucy y Hermione escuchaban a Harry hablar sobre lo que pasó después de atravesar la puerta en el comedor.

Ambas chicas aceptaron su versión sin dudar ni un poco de sus palabras.

—Estábamos seguras de que no habías sido tú el que puso tu nombre en el cáliz —dijo Hermione, Lucy asintió.

—Si tan solo hubieras visto tu cara cuando Dumbledore te mencionó anoche —Lucy miraba a los pájaros revolotear cerca de ellos.

—¿Han visto a Ron? —les preguntó Harry, Lucy dejó de mirar a los pájaros para ahora ver a su amiga, nerviosa.

—Sí, está desayunando en el gran comedor —contestó Lucy.

—¿sigue pensando que yo puse mi nombre en el cáliz?

—Bueno... —esta vez fue el turno de Hermione para hablar —, no... no creo... no en realidad —contestó Hermione avergonzada.

—¿Qué quieres decir con "no en realidad"? —preguntó Harry. Lucy suspiró.

—¿Es que no te das cuenta? —Lucy miró al pelinegro —. ¡Está celoso!

—¿Celoso? —Harry no creía aquello —. ¿Celoso de qué? ¿Es que le gustaría hacer el ridículo delante de todo el castillo?

—Siempre eres tú el que acapara la atención —explicó Lucy —. Sabemos que no es tu intención, sé que no vas buscándolo... pero el caso es que Ron tiene en casa todos esos hermanos con los que competir, y tú eres su mejor amigo, y eres famoso. Cuando te ven a ti, nadie se fija en él, y él lo aguanta, nunca se queja. Pero supongo que esto ya ha sido demasiado...

—Fabuloso —dijo Harry con bastante amargura en sus palabras—, Realmente fabuloso, vayan y díganle que lo espero para ver cuando cambiamos papeles con gusto, a ver si le gusta que le vean por una estúpida cicatriz en la frente, y también le dicen que madure...

El enojo de Harry es bastante evidente.

—No haremos eso, Harry —dijo Hermione, molesta.

—Díselo tú, es la única manera de solucionarlo —sugirió Lucy.