CAP 11 FINAL

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Notas de autor: Hi! si al fin! al fin aquí esta el epilogo.. bueno por lo largo que esta mas bien es un epilogo y especial a la misma vez,; espero que les guste mucho y que les divierta como ami lo hizo. Bueno para la aprte en la que jack canta ( ya sabran quien es ) les recomienda este video, es que esa es lac ancion que canta. Espero que les guste la letra tanto como a mi: http : watch?v=xv7PRDpqMnw ( ya saben sin espacios) la canción se llama rebel love song de Black veil brides. Me da tristeza pero este es lo ultimo de est fic . Nos vemos abajo!


-¿Aún te gusto?- Preguntó agitado separándose de su esposo.

El cual sólo sonrió de lado sujetándolo por la cintura, el menor casi estaba encima suyo, le sorprendió que este tomara la iniciativa y se lanzara a besarlo desenfrenadamente.

Y no es que el albino no lo hiciera seguido pero fue sorpresivo y estaban aparcando fuera de su casa.

-Moyashi, deja que estacione bien el auto.

Vio un puchero molesto.

-Dímelo.

-Eso debería preguntarte yo a ti, soy mayor que tú.

-Pero estás guapo y fuerte.- Contestó sin dudarlo, un tanto sonrojado.

-Ok, Baka Moyashi, sabes que me tienes en tus manos.

Lo atrajo hacia sí besándolo con dulzura, su persona más preciada estaba entre sus brazos y dentro de unos minutos entrarían a ver a sus hijos, y ahí tendría en su totalidad toda su fortuna, y todo lo que consiguió, y lo más valioso de su vida.

El albino terminó sentado en su regazo, aferrado a su cuello mientras acariciaba las hebras de cabello negro.

Eso le provocaba más. Comenzó a dirigir sus manos a donde se iniciaba el polo y metió sus manos dentro de éste. Acarició su espalda suave y tersa, habían pasado 7 años desde su reconciliación, sumándole el tiempo que ya llevaban casados y de novios, daba un número extremadamente grande, que si se lo preguntaban a cualquier persona en estos tiempos que era casi imposible estar junto a otra. Ya sea por distintas razones.

De pronto algo distrajo lo bien que se sentía teniendo en su brazos a su esposo, una moto estacionándose frente a él. Un chico alto, casi de su tamaño, con cabello largo y lacio totalmente azabache, con ropas que le daban aspecto de ser un guitarrista de una banda de rock. Aquel chico, que parecía traer un pantalón de cuero junto con una casaca del mismo material, se paró en la puerta de su hogar y toco varias veces, como si conociera ya el lugar.

Eso le extrañó enormemente, ya había dejado de acariciar el cuerpo delgado de su albino.

-¿Yu?- Preguntó con un sonido gutural su albino.

Sonrió, últimamente su Moyashi estaba más provocador y deseoso de hacer el amor seguido.

Y ahí estaba esa mirada de ruego por querer estar juntos.

-Bajemos del auto.

Lo sujetó de la cintura sentándolo en el lado del copiloto con extrema facilidad.

-¿Qué paso? ¿No quieres?- El Moyashi tentador se le acercó de nuevo.

El albino acarició su pecho y comenzó a besar su cuello, era difícil decirle que no cuando se le ponía de esa forma.

-Moyashi, pareces un gato en celo, ¿estás bien?

-Mejor que nunca. Yu, hazme el amor ahora…

Eso fue suficiente para él, esa forma gutural en llamarlo, y de pedírselo casi como un ruego era más que suficiente para que mandara al diablo que ya eran adultos responsables; que iba en contra del buen comportamiento.

lo que dos hermanos harian Where stories live. Discover now