CAP 7

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Notas de autor: Si se que tarde horrores y muchos mas pero umm digamos que mi inspiración se fue a otro lado pero afortunadamente vino de la nada y aquí esta el capi y ya estoy haciendo el siguiente capi, es mas ya casi termina este fic que quiero tanto le quedan a lo mucho 3 capis mas y ya. Así que no desesperen y muchas fgracias todos los que me leen y dejen review aunque sea anonimo siempre me levantan el animo y me hacen sentir a ai Midori por los ánimos y por su enorme ayuda con la gramática y la ortografía. a

hikari sumeragi, Natamsha, ginnysak

Miraba al mar, que revolvía sus aguas de forma agitada, casi podía comparar ese fuerte movimiento con el de su corazón, que rebosaba de felicidad. Nunca pensó que Kanda lo trajera este lugar. Era especial, ¿por qué? Simplemente porque era el lugar donde se casaron. Aunque pareciera demasiado cursi, así era y la explicación era simple. Supuestamente, ese día sacaría sus documentos de mayoría de edad. Así, Kanda y él ya habían acordado casarse el día de su cumpleaños. Así que ese mismo día se subieron al auto de Kanda y, con sus documentos en mano, manejaban hasta llegar al mar, sin darse cuenta a dónde iban, sólo trataban de impedir que su padre los atrapara. Y lo lograron. Se casaron en el juzgado de ése lugar, cerca al mar y lo que iba ser una boda cualquiera término siendo una romántica sin querer.

Apoyó su cabeza hacia atrás, disfrutando del calor que despedida su esposo. Se sentía tan en paz así, siendo abrazado por Kanda.

-Kanda, todo esto es hermoso... Gracias- ladeó su cuello y Kanda no lo desaprovechó comenzando a repartir suaves besos en él.

-¿Kanda? ¿No merezco que ya me llames Yu, Moyashi?

-Si tú me llamas Allen podría pensarlo.

-No trates de manipularme, aún te gusta hacerlo ¿no?- sonrió de medio lado mientras se deleitaba con el aroma de su Moyashi y besaba ese suave cuello que el albino le daba derecho a hacerlo.

-Creo que tengo derecho… Yu- dijo seductor mientras daba la vuelta y se abrazaba a Kanda mientras sus labios se besaban.

Rompieron el beso y Allen volvió a sentarse entre las piernas del otro dejándose abrazar de nuevo.

-No pensé que aún recordaras este lugar.

-Moyashi, aquí nos casamos estúpido. ¿Cómo crees que no? No soy un Moyashi despistado, además- se acercó más a él, apresándolo sin escapatoria. Comenzando a desabotonar algunos botones para lamer el cuello del otro y bajar hasta los hombros que comenzaba a descubrir- Aquí fue nuestra noche de bodas, en un hotel cercano. Te veías tan bien con esa yukata roja- aspiró más su droga personal y siguió besando.

Allen dio un suspiro.

-Cómo olvidarlo- sonrió y se separó volteándose- ¡Idiota, deberías conocer los limites! ¡Me lo hiciste hasta que quede desfallecido! Yo, un niño inocente.

-Te recuerdo que no fue la primera vez, así que lo de niño inocente está de más- rió con burla.

-Tú me corrompiste Bakanda. Y bueno, para mí si fue como la primera vez porque era nuestra primera noche de casados, juntos, para mí fue especial- susurró con un sonrojo mientras sus cabellos caían tapando sus ojos.

Kanda le dio la vuelta mirando aquellos orbes plateados que tanto le habían cautivado desde que lo vio. Cuando lo conoció quedó impactado. Le gustó desde ese momento, claro que sólo físicamente. Poco a poco, se fue enamorando a él y luego ese amor dio paso a la obsesión. Fue algo que simplemente no pudo evitar.

-Alma te dijo que me gustan tus ojos- comentó sin pensarlo.

Allen sonrió con malicia.

-Sí y dijo que te encantaron.

lo que dos hermanos harian Where stories live. Discover now