Capítulo 25.

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Lo que la coreana sostenía en su mano, era un pequeño tubo de bambú, que se escuchaba hueco. Decidieron tomar fotos extra, para luego volver a la estación y averiguar que era aquel cilindro tan extraño.

De vuelta a la estación, Jihyo y Mina se apresuraron hasta llegar al laboratorio, trabajando a toda marcha para intentar descifrar de donde provenía y qué significaba tal cilindro.

Y lo lograron, luego de unos minutos. Con la sierra que la forense usualmente utilizaba para cortar los huesos de los cadáveres, abrieron un extremo del bambú, revelando un papel con cuidadosa caligrafía.

Mina y Jihyo se miraron extrañadas, pues el papel se encontraba en inglés, pero luego cayeron en cuenta de que Tiffany, siendo mitad estadounidense, dominaba el idioma, al igual que Mina.

"¡Hola, chiquillas!, adoro el hecho de que hayan descubierto a Lee, sinceramente sólo es un peón más en mi tablero, tendrán que enfrentarse a mis siguientes movimientos, sigan atentas. O puede que el "Jaque Mate" llegue antes de lo previsto."

Tal nota sólo sirvió para colocar de los nervios a ambas doctoras, que obviamente corrieron a informarle a Nayeon lo que habían descubierto.

Tal nota sólo sirvió para colocar de los nervios a ambas doctoras, que obviamente corrieron a informarle a Nayeon lo que habían descubierto

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Otro acertijo más, otro problema en qué pensar antes de dormir.

Nayeon estaba perdiendo lentamente su poca cordura debido a Hwang, pasó sus manos por su rostro en un intento de relajarse, subiendo su mirada en cuanto escuchó la puerta de la sala de reuniones asignada a el grupo de mujeres que lideraba.

—¿Nayeon-unnie?—Esa voz sólo le pertenecía a una personita muy especial; Tzuyu.

—¿Sí, Tzuyu?—

—¿Estás bien? Es sólo que te vi caminar con pasos duros y me preocupé. No sueles estar así de tensa todo el tiempo.—La mirada de la menor denotaba preocupación.

—Sí, es que... las cosas se están poniendo feas, Yoda. Bastante feas, y siendo honesta, es la primera vez que he tenido miedo.

—¿Miedo?—La morena la miró confundida, la general era alguien fuerte, no se asustaba ni echaba hacia atrás; lo había aprendido durante estos meses.

—Sí, Tzuyu. Miedo. Miedo de que las lastimen a ustedes. Miedo de que te lastimen a ti.—Los ojos de las dos mujeres se encontraron por unos segundos, y Tzuyu logró entender todo lo que la mayor sentía a través de sus orbes cafés.

—Tranquila, unnie. No me perderás. No lo permitiría.—Tzuyu negó con la cabeza mientras sonreía e iba con dirección a la puerta de la sala.— Otra cosa, antes de irme.—La castaña rojiza se devolvió hasta la coreana y se agachó a la altura de su mejilla derecha.—Te quiero.—Dicho esto, salió corriendo del lugar, dejando a una Nayeon pensativa, y encantada.

Luego de aquel exhaustivo día de trabajo, Jeongyeon se había ofrecido a llevar a Tzuyu hasta su apartamento, pues no quedaba a muchas cuadras del suyo

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Luego de aquel exhaustivo día de trabajo, Jeongyeon se había ofrecido a llevar a Tzuyu hasta su apartamento, pues no quedaba a muchas cuadras del suyo.

Obviamente, la menor estaba más que agradecida con Jeongyeon, el tomar autobús un viernes por la tarde era realmente trágico.
Entre risas y comentarios, llegaron hasta el conjunto residencial donde vivía Tzuyu, quien estaba a punto de bajarse del vehículo cuando el sonido de un seguro de arma la confundió.

Pensando en que sería la mayor, le cuestionó.—Jeong, ¿Por qué sacas tu...—

Y se cortó, pues no era Jeongyeon la del arma, sino muchas, muchas, personas enmascaradas las habían rodeado, no tenían salida, el auto no era el de la comisaría, bastaría un par de disparos para que las balas llegaran a ellas.

¡Bajen del auto, ahora!—Gritó una de los enmascarados.

Sin más remedio, Jeongyeon y Tzuyu salieron del auto, y sin que los desconocidos se dieran cuenta, Jeongyeon presionó el botón de pánico de su automóvil y llevo su teléfono con el GPS activado.

Estaban perdidas.

En la estación, todas intentaban descifrar el siguiente paso de Hwang cuando una pequeña alarma las distrajo de su deber

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En la estación, todas intentaban descifrar el siguiente paso de Hwang cuando una pequeña alarma las distrajo de su deber.

"La señorita Yoo, ha presionado el botón de pánico de su auto, rastrear inmediatamente celular."

Todas quedaron atónitas ante las palabras que provenían del televisor de la sala B-09, en especial Nayeon.—Momo, dime, por favor, que Tzuyu tomó el autobús hoy.—La general tenía sus ojos presionados con dos dedos. No podía creerlo.

—No, Nayeon. Ambas estaban juntas cuando las vi.

—¡Maldición!—Exclamó con furia la coreana.

Pero Nayeon no lo permitiría, no. No le quitarían a Tzuyu, la recuperaría.

Cueste, lo que cueste.






hola amigusssssss, como están, espero que bien, feliz año, como pueden ver, vOLVIÓ LA INSPIRACIÓNNNNN, AUNQUE NO SÉ CUANTO DUREEEE.
En fin, lamento hacerlos esperar tanto y que hayan disfrutado el capítulo.

Los amuuuu.

o(〃^▽^〃)o

¡°Princess Saboten°!

⌬Gotcha'//COMPLETADA.Where stories live. Discover now