- No. - Una mirada fría y un tono neutro acompañó aquella respuesta que Park sabía vendría, pero no podía creer que ahora lo escuchaba, ahora sí sabía toda la verdad, eso se decía en su mente para evitar que doliera tanto. - Lo siento por todo Park...




No hubo más respuesta, el menor bajó su mirada y se quedó en su lugar. HakYeon quería acercarse, quería abrazarle, contenerle, decirle que todo era mentira, pero no podía, su vida era la que estaba en juego ahora. Caminó lentamente y se fue sin que el menor se percatara, dejándolo en su propia burbuja, prometiéndose que no volvería a aquel lugar, porque ya no era suyo, era de JiMin, era el espacio que él sabía necesitaría día tras día. Una vez JiMin se percató que estaba solo, cayó rendido al piso y dejó que todo el dolor saliera con su llanto, que cada grito que acompañaba los sollozos dejaran escapar su ira, y así quedó, hincado en el piso, destruido, con la "verdad" en su poder. Pero, si dolía tanto, si le rompía el corazón como años atrás ¿Por qué seguía sintiendo que algo faltaba? ¿Por qué seguía pensando que la historia no se había cerrado? Al parecer... Aún no estaba listo como pensó.


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Finalmente Min llegaba a su casa luego de aquella mañana de emociones, y por primera vez se decepcionó que sus padres no estuvieran en casa, necesitaba hablar aunque fuera con uno de ellos sobre lo que pasaba, necesitaba ser escuchado por quienes eran más racionales que él. Seguía pensando en aquello que le había dicho HoSeok antes de abandonar el despacho de la profesora, y quería negarlo, vaya que quería negar aquello, pero solo se daba cuenta de lo cierto que era. Subió a su cuarto tranquilamente, dejando su abrigo sobre la silla de su escritorio, y se dejó caer sobre su cama, rendido ante la mezcla de emociones que tenía. Quería estar feliz, deseaba que fuera lo único en su corazón, después de la noche que tuvo con JiMin y que él sabía fue real, pero estaba tan angustiado por tener que volver a tener a su pasado a su lado, aún no sabía cómo enfrentarlo.


Miró su celular rápidamente, y pudo ver un mensaje de la Señora Park dándole las gracias por haber cuidado de su hijo, e informándole que lo necesitaría todos los días de la semana debido a que le ofrecieron más turnos que necesitaba. El chico no respondió, simplemente cerró sus ojos y dejó que su imaginación lo llevara a los mejores lugares que podía, pensando en aquella playa que ya hace años no visitaba, en los parques que antes eran sus favoritos por tener cafeterías cerca, y en cada escena se disponía a imaginar a Park a su lado, compartiendo aquellos secretos pequeños que le otorgaban felicidad, pensando en que él podría contagiarle algo de aquello si solo se atreviera a dar el primer paso de romper la promesa, y con todo en mente se dejó llevar al mundo de los sueños, aunque fuese por unas horas.


Despertó cuando el sol estaba en su punto más alto en el cielo, ya que sentía golpes en la puerta, como si alguien quisiera entrar a la fuerza, probablemente alguno de sus padres olvidó sus llaves y llevaba ya horas esperando que el muchacho le abriera, pero aquello no le hizo apurarse. Sin embargo, cuando abrió la puerta, se encontró con una pequeña sorpresa del destino.

•• Burbujas secretas •• YoonMin ••Where stories live. Discover now