JiMin seguía algo confuso por lo ocurrido, nunca pensó que alguien volvería a defenderle de aquella forma, no al menos desde lo que había ocurrido en la escuela, evento que se negaba a hablar con quien fuera. La sensación de haber presenciado a Min de manera tan férrea para protegerle le había devuelto a su pasado, una mezcla de alegría y agonía en su interior, la imagen de HakYeon más viva que nunca en su mente, esa sonrisa tétrica que alguna vez le había cuidado hasta hacerle caer como nunca imaginó. Se tensó ante aquella imagen mientras se ponía la polera y continuaba con su mirada fija en la piscina, viendo a todos sus compañeros practicar con una fuerza y pasión que no imaginaba, pero ahora sólo veía enemigos en aquel lugar, gente que se encargaría de que él no sobreviviera, al menos esa era su forma de ver el lugar.
La tensión de su cuerpo era bastante notoria para quienes simplemente observaban al muchacho, algunos a sabiendas de que habían cometido su objetivo inicial y otros cuestionándose cómo es que un chico como Park merecía ser protegido. Esto no había pasado inadvertido para YoonGi, quien inmediatamente se levantó de su lugar y bajó a paso apresurado las gradas, simple hábito que tenía y que siempre le permitía prepararse para las prácticas y competencias, y al llegar abajo puso su mano en el hombro de JiMin, quien se estremeció de forma leve y observó a su hyung.
- Ven un momento afuera, y no te estoy preguntando si eso esperabas - Dijo el mayor con un tono serio, como si aquella solicitud fuera un mandato imposible de evitar.
Min esperaba alguna respuesta ácida de vuelta, un sarcasmo, o su timidez de siempre debido a su infantilismo normal, pero lo que recibió fue un simple asentimiento para luego ver a Park salir del gimnasio y sentarse en unas gradas que daban al patio donde se practicaba atletismo, para luego observar al chico dejar caer su bolso y enfocar su mirada en el cielo, el cual aún tenía un par de nubes que jugaban a dar formas abstractas al claro celeste que brillaba sobre su persona. El mayor suspiró, para luego ver al entrenador acercarse hacia él, consciente de lo que le diría. Para evitar aquella charla YoonGi simplemente negó con su cabeza, dándole a entender a ChangMin que no era el momento de una de sus charlas, y salió del gimnasio de forma tranquila hasta encontrarse frente al menor que seguía con su mirada perdida en las nubes.
- ¿Incluso tus pasatiempos son así de infantiles? ¿Acaso no sabes que ya creciste y no eres un niño más en la vida? - Min sonaba más sarcástico de lo normal, necesitaba que el chico comprendiera que era una simple broma para que le prestara atención, rogaba que Park comprendiera que, por primera vez desde que se conocían, sus palabras no eran simple veneno de dolor.
- ¿Realmente crees que crecí? - Un tono neutro se apropiaba de Park, algo que dejó bastante perplejo a Min, quien puso completa atención en el muchacho mientras desviaba su mirada para no presionarle a hablar si no se sentía cómodo. - Digo, aún necesito a alguien que me defienda, aún lloro apenas me siento amenazado, aún me cohíbo cuando alguien me enfrenta y dejo que me traten como sea ¿Puedes decir que crecí en serio? -
- Park, no sé qué- Su respuesta fue cortada de inmediato en el minuto que JiMin alzó su mano.
- No quiero una respuesta YoonGi, no me interesa escuchar a nadie, menos a ti que en menos de 24 horas has confundido todo como si aquello fuera tu misión - Suspiró luego de decir todo aquello, pero continuó hablando sin despegar su mirada de aquella nube que le recordaba su infancia alegre - Si te respeto es por el simple hecho de que eres el capitán aunque no compitas, y tengo claro cómo funcionan los tratos en los equipos de competición - Finalmente miró a Min, para darse cuenta que el chico estaba enfocado en ver a los atletas corres los 100m. como si su vida dependiera de aquello - ¿Podrías dejarme solo? -
KAMU SEDANG MEMBACA
•• Burbujas secretas •• YoonMin ••
Fiksi Penggemar«Fue en el momento que tomó de mi cintura en aquella piscina que supe me había enamorado del chico tatuado.» Jimin era un chico de dieciocho años que había sido seleccionado para integrar el equipo de natación de la Universidad de Seúl en el minuto...
