Shawn y yo nos sentamos en uno de los sofás del salón y me miró con preocupación.
-¿Quieres que intente traerla de vuelta? .-preguntó.
-No, no quiero que nadie la obligue a hacer algo que no quiere.- contesté.
- A ti nadie te obliga a que estés así y mírate.-dijo Shawn,
-Yo estoy así porque quiero.- contesté.
-Eso me dijiste cuando nos conocimos, ¿te acuerdas?.-preguntó Shawn.
-Claro.- contesté intentado sonreír.
*Unos años antes*
-Esto ha sido la gota que ha colmado el vaso Cameron, no puedes seguir así. Esto va a ser lo mejor para los dos cielo.- dijo mi madre.
-Ya, lo que tú digas.- contesté cruzado de brazos en el asiento trasero del coche.
-Sabes que vendré a visitarte cielo.- dijo mi madre.
-Eso decías con la tumba de papá,- contesté.
-Cameron cielo por dios.- dijo mi madre.
-Al menos trabajarás y no vivirás del cuento, ¿no?.-pregunté.
Mi madre suspiró y aparcó. Sacamos mis maletas y entramos a aquel enorme internado.
Recuerdo cada minúsculo detalle de aquella enorme entrada, todo estaba en silencio y me daba miedo.
Fuimos al despacho del director, me dio mi horario y me explicó las normas de convivencia.
El curso había empezado hacía unos meses, lo que significaba que iba a estar sólo porque se me daba fatal hacer amigos.
Salimos del despacho y me dio una llave de mi habitación.
-Bueno cielo, por favor estudia. Ya sabes lo mucho que nos va a costar esto. Te quiero,- me besó la mejilla, me dio un abrazo y se marchó.
-Y yo.- contesté agachando la cabeza cuando cerró la puerta.
Cogí mis maletas y las arrastré hasta la segunda planta del internado, miré el número de habitación que indicada la pequeña tarjeta que llevaba la llave a su lado. Metí la llave en la cerradura y entré.
Era una habitación simple, tenía dos camas y estaba muy limpia, al lado de la cama de mi compañero había una guitarra, ¿qué estaba con Justin Bieber o qué?.
Comencé a deshacer mi maleta y metí todo al armario, con tan mala suerte que una de las lejas casi se me cae, viva, un armario asesino.
Cerré la maleta y la puse debajo de la cama. Me senté y apoyé la cabeza en la pared. Creo que estuve así media hora hasta que alguien entró en mi habitación.
-Hola, ¿tú eres Cameron?.- preguntó un chico pálido, de pelo castaño y más o menos de mi altura.
-Si, ¿y tú quién eres?.-pregunté.
-Soy Shawn, tu compañero de habitación.- contestó sonriendo mientras dejaba unos libros encima de su escritorio.
-Pues vale, no me molestes y no te molestaré.- contesté.
-Creéme, no me interesa meterme en problemas.- dijo.
-¿Y por qué estás aquí?.-pregunté.
-Mis padres pensaron que era lo mejor para mí.- contestó.
-Yo no tengo padre.- contesté
-Lo siento.- dijo Shawn.
-no, no lo sientes, tú no sabes lo que es perder a tu padre.- contesté.
-Bueno, no por suerte no, pero yo no tengo la culpa, no estés así.- dijo Shawn.
-Yo estoy así porque quiero.- contesté.
-bueno , vale, ¿de dónde eres?.-preguntó.
-De Denton.- contesté.
-Guay, yo soy de Toronto, pero nos mudamos aquí cuando ascendieron a mi padre.-dijo Shawn.
-vale tío, no me interesa tu vida.- contesté.
- Vale.- dijo Shawn.
suspiré y miré por la ventana, quería irme de allí.
*************************************************
-¿Quién me iba a decir que un capullo como tú yerminaría siendo mi mejor amigo?.- dijo Shawn riendo.
-¿yo un capullo? Tú eras un santurón.- contesté riendo.
-Ahora hemos cambiado los papeles.- dijo Shawn riendo.
-ahora que lo dices es verdad.- dije.
-Pero yo no soy tan capullo como tú en esos tiempos.- dijo Shawn.
-Ya, seguro.- dije sin poder parar de reír.
-en serio, ¿quieres que intente traerla de nuevo?.- preguntó.
Me quedé callado y le miré.
-Tráela como sea.- contesté serio.
-¿Estás seguro? Antes has dicho que no.- contestó.
-Ya, pero la quiero aquí.- contesté.
-Pues entonces dame un par de semanas.- contestó.
-Gracias.- contesté.
-Para eso están los amigos, tu madre me ha comentado que me has cambiado por un tal Nash.- dijo Shawn.
-no te he cambiado, pero cuando no estás me siento muy sólo.- dije.
-Pues llámame, su tengo que pasarme toda la noche hablando por teléfono o por Skype no me importa.- dijo.
-Pero tú estás viviendo tu sueño y yo no puedo estar siempre dependiendo de ti.- contesté.
-Cameron desde hace muchos años estamos manteniendonos bien el uno al otro, te lo debo. Y lo hago porque quiero.- dijo.
Yo sonreí le di un abrazo.
-Gracias.- contesté.
-Nunca te dejaré sólo.- dijo Shawn.
-Te la voy a traer de vuelta, ya verás.- dijo Shawn
-Ojalá.- contesté alejándome de él.
Mi móvil sonó, tenía un mensaje de Nash.
"estoy metido en un buen lío, necesito tu ayuda. Ven al club en cuanto puedas"
-Tío, ¿vas a ir? Es tu amigo.- dijo Shawn.
-No creo que merezca la pena.- dije.
-Venga, te acompaño.- dijo Shawn.
-Eres demasiado bueno, ya verás como cuando lleguemos tiene una fiesta montada y montón de chicas a sus pies.- dije.
-Bueno, si es eso y no quieres ir nos vamos.- dijo Shawn.
-Está bien.- dije.
Salimos de mi casa y nos subimos al coche de Shawn, le indiqué como ir y en diez minutos estábamos en la puerta.
-Voy a entrar, saldré enseguida.- dije mientras salía del coche y bajaba las escaleras del club
Hoooooooooooooooooooola! Shawn ha vuelto haciendo una promesa importante, traerá a Jade de vuelta, ¿podrá conseguirlo o fallará al igual que Cameron?
YOU ARE READING
The A Team
Teen Fiction¡Qué alguien me mate! Eso es justo lo que pensé cuando mi padre me llamó aquel día y me dijo que su novia vendría vivir con nosotros. No me malinterpretéis, Loren era muy buena, incluso le tenía cariño; la quería mucho porque siempre se portaba sup...