Capitulo 26: sobredosis de nata

1K 56 15
                                    

Jade ya llevaba unas semanas fueras y yo cada vez estaba más desesperado por saber dónde mierda estaba.

Pero veamos el lado bueno, Shawn llegaba hoy a San Diego, y mi estado emocional en aquellos momentos se basaba en comerme botes enteros de nata de esas que se les echaba a las fresas durante horas sin hacer nada más.

-Cameron ve a por Shawn al aeropuerto anda.- dijo mi madre.

-Vale, pero luego compras más nata.- dije.

-¿Cuantos llevas hoy?.- dijo mi madre.

-Cuatro.- respondí.

-No quiero que mi hijo muera de una sobredosis de nata.- dijo mi madre.

Yo gruñí y comenzó a reír.

Era sábado, y no hacia nada pero llevaba semanas sin salir sólo para ir a clases y había días que me saltaba alguna clase.

-Cariño, deberías de cortarte el pelo.- dijo.

-Bah,- respondí mientras subía a mi habitación.

Me puse un pantalón de chandal y una camiseta blanca, unas zapatillas negras y cogí una sudadera fina negra por si acaso.

-Luego vuelvo.- dije.

Salí de casa y cogí el coche para ir al aeropuerto.

Shawn me había avisado la hora y la puerta de embarque así que fue fácil. Esperé un rato hasta que llegó.

Cuando me vio me dio un abrazo directamente, lo bueno de tener un amigo como él es que sabía que hacer.

Las fans estaban en el aeropuerto como locas, pero salimos por la puerta de atrás para que lo dejasen en paz.

-¿Te llevo al hotel o a mi casa?.- pregunté.

-Al hotel allí podremos hablar tranquilos.- dijo.

-Vale.- respondí.

-Tienes algo blanco en la cara,- dijo.

-Sólo es nata.- dije.

-¿Te ha vuelto a dar por la nata? Esto es grave.- dijo.

-Lo sé.- respondí.

-¿Por qué no la llamas?,- preguntó.

-Eres un genio, no me coge el teléfono, ni a mi ni a ningún amigo,- dije.

-¿Y si la llamamos desde mi número? No lo tiene.- dijo.

Lo miré con los ojos abiertos muy muy abiertos.

-¡POR FAVOOR!:- grité.

-En cuanto lleguemos al hotel:- dijo Shawn.

Aceleré y llegamos a los diez minutos.

Cogí la maleta de Shawn y cogió la llave de su habitación.

-Por favor, que me coja el móvil,- dije cuando estábamos subiendo en el ascensor.

-Ya verás como sí.- dijo.

Shawn abrió su habitación y colocó sus cosas mientras yo buscaba su móvil.

-Está en mi bolsillo.- dijo Shawn mientras me daba el teléfono.

Cogí su teléfono y marqué rápidamente el número de Jade, tres tonos hasta que contestó.

Narra Jade:

¿MI ÚNICA PREGUNTA ERA QUIEN ME LLAMABA PARA INTERRUMPIRME MIENTRAS TERMINABA DE LEERME LA MISMA ESTRELLA POR QUINTA VEZ? Cogí mi móvil.

The A Team Where stories live. Discover now