A la mañana siguiente cuando desperté mi madre y Kevin me dieron el sermón del siglo, y yo no me acordaba ni de la mitad de las cosas.
-¿Con quién estuviste anoche?.- preguntó mi madre.
-Con un amigo.- dije.
-Pero no con Edward, ¿cierto?.-preguntó Kevin.
-Con un amigo mío, se llama Nash.- dije.
-¿Cuánto hace que lo conoces?.- dijo mi madre.
-Más o menos un mes, es de mi edad.- dije.
-¿Cómo se apellida?.- preguntó Kevin
-Grier.- respondí,
-No me suena de nada.- dijo Kevin.
-¿Pero qué más os da la gente con la me junte?.-pregunté.
-Somos tus padres cielo, queremos lo mejor para ti.- dijo mi madre.
-No, tú eres mi madre, el no es mi padre, ¿te recuerdo que mi padre está muerto?.- grité.
Odiaba que hablase de Kevin como si fuese mi padre, mi padre estaba muerto y no había marcha atrás.
-Cameron respeta a tu madre.- dijo Kevin.
-¿O si no qué?.- pregunté.
-¿Pero qué pasa contigo Cameron?.- dijo mi madre.
-Que estoy hasta los cojones de todo, y me la sopla toda la mierda que queráis decirme ahora.- contesté.
-¿Esto es por mi hija?.-preguntó Kevin.
-¿Por quién si no?.- grité nervioso.
-Cielo cálmate.- dijo mi madre.
-No puedo calmarme.- dije.
estaba muy nervioso, me faltaba el aire y comencé a llorar.
-Cariño, tranquilo.- dijo mi madre antes de abrazarme.
Suspiré y volví a sollozar.
-Y esto pasa cuando mezclas hierba, hormonas y testosterona chico.- dijo Kevin sentándose a mi lado.
-Me siento como una mierda.- dije llorando.
-Lo sé cielo, pero respira.- dijo mi madre.
-Necesito a Jade aquí.- dije sin poder parar de llorar.
-¿Quieres que la llame?.- dijo Kevin.
-No, me odia.- dije llorando.
-¿Habéis discutido?.-preguntó Kevin.
-Le pedí matrimonio.- dije llorando.
-¿QUÉ TU LE PEDISTE MATRIMONIO A MI NIÑA? .- dijo Kevin.
-No sé en que estaba pensando, pero me quiero morir.- dije llorando.
-Eso ahora da igual, voy a llamarla y vas a hablar con ella.- dijo Kevin cogiendo su móvil.
-No Kevin, déjalo por favor.- dije entre sollozos.
-Tráele un vaso de agua cariño.- dijo mi madre.
Kevin asintió y se fue.
-¿Si me viera así volvería?.- pregunté.
mi madre me besó la mejilla y me acarició la espalda.
-No lo sé cielo.- contestó.
-Por qué, no puedo ser Austin.- dije llorando.
-Porque tú eres tú.- dijo mi madre.
-Pero a él le pasó lo mismo que a mí, y se quedó con él.- dije llorando.
ESTÁS LEYENDO
The A Team
Novela Juvenil¡Qué alguien me mate! Eso es justo lo que pensé cuando mi padre me llamó aquel día y me dijo que su novia vendría vivir con nosotros. No me malinterpretéis, Loren era muy buena, incluso le tenía cariño; la quería mucho porque siempre se portaba sup...