No es normal besar a un chico en un probador, pero es mucho menos normal liarte con él ahí dentro y que te interrumpa una familia que le estaba buscando un Traje a su hijo para la comunión es aún peor.
Salimos del probador corriendo, pagamos el traje y nos marchamos riendo de la tienda.-Ha sido muy raro.- dije riendo mientras me cogía de su brazo.
-Con lo bien que lo estábamos pasando.-dijo Mathew riendo.
-La verdad es que si, pero ahora se ha acabado la diversión porque yo tengo que irme a casa.- le dije.
-Jo.- dijo Mathew haciendo un puchero.
-Lo siento, nos vemos mañana.- le besé la mejilla y me fui.
Caminé hasta mi casa, era un trayecto algo largo pero bueno.
-Cam estoy en casa.- dije cuando entré.
Nada no me respondió.
-¡Cam!.- grité.
-Perdona estaba en el jardín.- dijo sonriendo.
-¿Qué hacías afuera?.-pregunté.
-Abdominales.- dijo riendo.
-Ah vale, pues nada sigue.- dije mientras subía a mi habitación.
-¿Te apetece que hagamos algo juntos?.-preguntó Cameron.
-¿Cómo qué?.-pregunté.
-No sé, algo.- dijo.
-Vale. Dejo la mochila y ¿salimos fuera?.-pregunté.
-Vale.- dijo sonriendo.
Dejé la mochila, me arreglé un poco y salimos.
-¿Dónde vamos?.-preguntó.
-Ni idea, si fuera más temprano te diría que a la playa.- dije.
-Si quieres mañana vamos.- dijo Cameron.
-Mañana tenemos entrenamiento.- dije.
-Es verdad, ¿juegas el sábado?.-preguntó.
Yo asentí.
-¿Y si vamos al parque y jugamos los dos?.-preguntó Cameron.
-No tenemos balón.- dije.
-Es verdad, dame un momento.- dijo mientras entraba corriendo a casa.
A los dos minutos salió con el balón en las manos.
-Vamos que te voy a ganar.- dijo.
Llegamos al parque. En la cancha sólo había niños pequeños así que nos pusimos en una canasta y comenzamos a jugar los dos solos.
-Cameron no hagas trampas.- dije riendo mientras me subía a su espalda.
-Pues no te agarres.- dijo riendo.
-Me agarro porque haces trampas.- dije riendo.
Paro en seco y casi me tiró.
-¿Qué haces?.-pregunté.
-Conseguir que te sueltes.- respondió riendo.
Estuvimos casi dos horas allí jugando y bromeando, no entendía como podía ser tan simpático, y tan abierto, a mi no me salía ser así, éramos distintos en eso.
-¿Volvemos a casa?.-pregunté.
-Vale.- respondió mientras salíamos de la cancha.
-¿Hoy volvían tarde a casa?.-pregunté.
YOU ARE READING
The A Team
Teen Fiction¡Qué alguien me mate! Eso es justo lo que pensé cuando mi padre me llamó aquel día y me dijo que su novia vendría vivir con nosotros. No me malinterpretéis, Loren era muy buena, incluso le tenía cariño; la quería mucho porque siempre se portaba sup...