- Si, lo es y lo será por al menos unos meses – La señora Park suspiró, para luego enfocar su mirada en el menor que seguía organizando todo, ahora en lo que correspondía a la alacena – Pero de alguna forma debo pagar los gastos médicos Min, así es la realidad de los padres.
- La realidad de los padres... - Repitió Min, con un sabor amargo al tener que imaginar lo bello que aquello podría ser. - Usted daría todo por él ¿No es así? - Tomó asiento luego de que dejó la tetera sobre la cocina para preparar el té que tanto disfrutó por una vez en aquella casa, su mirada estaba cristalizada sin que hubiese conseguido percatarse de aquello.
- La verdad es que no – Min levantó la mirada sorprendido, lo que fue respondido con una leve risa de nerviosismo – Fue JiMin quien me hizo prometerle aquello, que yo daría lo máximo que pudiera, pero nunca darlo todo. Raro ¿No crees?
- Bastante, ha decir verdad – YoonGi se acomodaba en el asiento mientras intentaba interpretar aquella idea de dar el máximo pero no entregar todo por alguien, le era demasiado confusa la idea, pero luego rió por lo bajo, después de todo era una promesa que JiMin había creado ¿Acaso podía no ser confusa la idea para él?
- Min, la verdad es que no solo te pedí que me acompañaras hoy para ayudarme con los quehaceres – Dijo algo culpable la madre de Park, algo de lo que YoonGi se percató de inmediato, y que le hizo poner más atención en ella – Como ya pudiste ver, tendré que trabajar largos turnos para poder costear lo ocurrido, y antes tenía cercanos que podían ayudarme... - La voz de la señora Park comenzaba a entrecortarse, mezcla de nervios y riesgo que tenía en su interior – Y... bueno...
- Señora, no es necesario que lo diga – Min sonrió levemente a la madre de JiMin – Comprendo que necesita ayuda con los cuidados de Park, y agradezco mucho que piense en mí... - Su tono de voz bajó en aquella última palabra, y su cabeza siguió aquello al bajar por completo, mostrándose por primera vez como un pequeño vulnerable que no sabía qué hacer - ...Pero le recuerdo que también le hice una promesa a JiMin, de no estar a su lado, y no creo que sea correcto romperla – Su voz era apenas un hilo, el solo hecho de tener que decir aquello le torturaba, porque sabía que esa promesa debía romperse, porque sabía que el chico le mentía, pero también era consciente de que no podía forzar nada.
- Pequeño... - Dijo la mujer mientras tomaba las manos de Min para tranquilizar su tormenta interna aunque fuera solo con tacto – De a poco esa promesa se rompe sin que te des cuenta, te lo digo porque conozco a JiMin a la perfección... - Una sonrisa se asomó en el rostro de la madre de Park, algo que Min no pudo notar ya que mantenía su mirada baja a pesar de todo.
- Simplemente dígame qué hacer para poder cuidarle y no romper la promesa, es lo único que le pediré – Su tono de voz demostraba claro temor ante la hazaña que tendría al frente, pero su interior le exclamaba a gritos que tomara el riesgo, después de todo esa era siempre su esencia.
Ambos se levantaron de la mesa, y la mujer le entregó una lista a Min de lo que debía hacer, claro que había pensado todo de antes, sabía que sería algo complejo y debía de prepararlo mientras se encontraba en el hospital con su hijo. En un comienzo la lista le pareció extraña a YoonGi, ciertas peticiones que no encajaban del todo con lo que debería hacer como el cuidador del chico mientras la madre trabajara, pero alguien debía de cuidar de JiMin, algo que fue tajante cuando la doctora le había dado el alta.
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•• Burbujas secretas •• YoonMin ••
Fanfiction«Fue en el momento que tomó de mi cintura en aquella piscina que supe me había enamorado del chico tatuado.» Jimin era un chico de dieciocho años que había sido seleccionado para integrar el equipo de natación de la Universidad de Seúl en el minuto...
