The 100

Capítulo 14 || Bellamy

Esperamos sentados en la entrada por media hora, y el terrestre aún no aparecía.

—Vayan a hacer lo que sea que tienen que hacer, yo esperaré y los buscaré si aparece.— dijo Octavia.

Clarke y yo nos levantamos y cada quién se fué por su camino.

—¿Bellamy?— un chico me detuvo, parecía preocupado.

—¿Qué sucede...— dejé la pregunta en el aire esperando a que me diga su nombre.

—Soy Austin. Y... ¿Sabes dónde está Priya? No la he visto por varios días.

—¿Seguro que no está en el campamento?

—Ya busqué, y pregunté. Nadie recuerda haberla visto.

Asentí con la cabeza y empecé a preguntar por ella. Lamentablemente, nadie daba razón alguna por ella, nadie la conocía. Lo cuál era raro.

—Jamás escuché sobre alguien llamada Priya, tampoco a una chica con marrones al igual que su cabello, y algo rebelde.

Pasé mis manos por mi cabeza frustrado, sólo dos personas la conocíamos y eso hacía difícil la búsqueda.

—¡Bellamy!— escuché a Octavia gritar.

—¿Qué sucede?

—Lincoln al parecer ya sacó la flor, ya podemos ir a hablar con él. Ya busqué a Clarke, salimos en cinco minutos.

—¿Conoces a Priya?— pregunté.

—Llevo escuchando su nombre todo el día, y no. No la conozco.

Octavia se fué y decidí dejar la búsqueda para ocuparme de alistar las cosas para conocer al terrestre.

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Cinco minutos después, nos encontramos en la entrada, Clarke llevaba su mapa en la mano y una mochila en su espalda. Yo llevaba un arma escondida y una botella de agua.

¿Mi hermana? Llevaba su presencia.

Caminamos por media hora, ninguno de nosotros habíamos comido, los pocos frutos que encontrábamos no eran comestibles, o estaban muy malogrado como para comerlos.

Llegamos a un puente, y pude ver al terrestre parado en medio.

—¡Lincoln!— Octavia gritó a todo pulmón mientras corría a brazos de este.

Ambos se abrazaron y hablaron un poco. Noté cómo el terrestre no dejaba de mirarme.

—Él es Bellamy, mi hermano. Y ella es Clarke.

Ambos nos acercamos.

—¿Para qué vinieron ellos? Pensé que sólo tú vendrías.— dijo serio.

—Estamos aquí para pedirte ayuda. Creemos que la niebla ácida viene de alguna parte. No del ambiente.— Clarke habló con su semblante serio.

—Dudo que pueda ayudarlos, no puedo ni conmigo mismo.

—¿A qué te refieres, Lincoln? ¿Estás bien?— Octavia preguntó poniendo su mano el la mejilla de él.