CLASES DE DEMONIOS

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ZOOLOGÍA Y DEMONOLOGÍA

Podríamos decir que existe un cierto paralelismo entre la zoología y la demonología.

Pues aunque cada ser angélico es completamente distinto de otro, ya que agota su forma (2). Sin embargo, es posible englobarlos en grandes grupos. Es decir, imaginemos que de cada especie de mamífero existiera un único ejemplar: un solo ciervo, un solo gamo, un solo caballo, etc. Cada uno sería distinto, pero dentro del mundo zoológico podríamos agrupar esos seres únicos en una especie, la de los mamíferos, no porque esos vivientes sean iguales entre sí, sino porque son más similares entre sí que frente los pertenecientes a la especie de los insectos, de los peces, etc. Esos mamíferos serían distintos entre sí, pero se los agruparía porque entre ellos es mayor su semejanza que entre el resto de seres vivos. Pues lo mismo sucede con las naturalezas angélicas. Cada una es distinta pero pueden ser agrupadas en grandes grupos, en este caso nueve según dice la Biblia: serafines, querubines, tronos, dominaciones, virtudes, potestades, principados, arcángeles y ángeles.

Si las diferencias entre los animales son a veces tan grandes, en el mundo angélico son mayores pues la forma está liberada de las leyes de la biología y la materia. Y por tanto, si grande es la diferencia entre una libelula y un águila mucho mayores son las diferencias entre las naturalezas angélicas. Si grande es la diferencia entre una mariquita y una ballena azul, indecíblemente mayor es la diferencia entre un ángel de la novena jerarquía y los de la primera.

(2) Aquí la palabra forma está usada en su sentido filosófico que es distinto del sentido usual en que la gente usa esta palabra. Cuando se dice que cada ángel agota su forma se quiere decir lo siguiente: Entre los hombres, por ejemplo, la forma es la misma (la forma humana) pero lo que individua a cada ser humano es la materia. Una misma forma, pero con distinta materia. Como los ángeles no tienen materia, cada ángel tiene que tener una forma distinta para distinguirse de otro. Esto vale para todos los seres que existen sin materia. Por eso Dios tiene que ser uno y nunca podría haber dos. La forma divina del Ser infinito no tiene materia que la individúe, por eso si hubiera dos formas divinas ¿qué las distinguiría? Serían un sólo ser, no puede ser de otra manera.

¿SON TODOS LOS DEMONIOS IGUALES?
Ya hemos visto que cada demonio pecó con una intensidad determinada. Además cada demonio pecó en uno o varios pecados en especial. La rebelión tuvo su raíz en la soberbia, pero de esa raíz nacieron otros pecados. Eso en los exorcismos se ve con gran claridad, hay unos demonios que pecan más de ira, otros de egolatría, otros más de desesperación, etc. Cada demonio tiene su sicología, su forma de ser particular. Los hay locuaces, los hay más despectivos, en uno brilla de un modo especial la soberbia, en otro el pecado del odio, etc. Aunque todos se apartaron de Dios, unos son más malos que otros.

Después hay que recordar que como nos dice San Pablo hay nueve jerarquías de ángeles. Las jerarquías superiores son más poderosas, bellas e inteligentes que las inferiores. Cada ángel es completamente distinto de otro ángel. No hay razas de ángeles, por usar un término zoológico. Sino que cada uno agota su especie. Sin embargo, sí que es posible agrupar a los ángeles en distintos grandes grupos o jerarquías. Jerarquías también llamadas coros, pues esos grupos es como si formaran coros que cantan las alabanzas de Dios. Su cántico por supuesto no es de la voz, sino es la alabanza espiritual que emite su voluntad al conocer y amar a la Trinidad.

De cada una de las nueve jerarquías cayeron ángeles transformándose en demonios. Es decir, hay demonios que son virtudes, potestades, serafines, etc. Aunque sean demonios siguen conservando intacto su poder e inteligencia.

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